Las sardinas son uno de los pescados más saludables y sabrosos que existen. Y todavía mejoran aún más si se marinan antes de hacerlas a la plancha. Eso hace que la carne gane jugosidad y matices de sabor. Lo único que debes tener en cuenta es que hay que prepararlas con bastante antelación, con un mínimo de tres horas, para que reposen en la nevera y se impregnen bien con la marinada. Estarán todavía mejor si las dejas de un día para otro. Hay que limpiar muy bien las sardinas por lo que si no tienes experiencia o te da reparo, mejor que te las preparen en la pescadería. No en todas lo hacen pero si vas a un sitio de confianza, seguro que no te ponen problema. No obstante, siempre es bueno darles otro repaso en casa para asegurarnos de que no tienen restos de escamas, que pueden resultar desagradables al comerlas. Dominar el arte de hacer pescado a la plancha es importante para que esta receta te salga a la perfección. Lo cierto es que no tiene demasiado misterio. Primero hay que calentarla a una buena potencia y luego bajar el fuego para que se cocinen bien por dentro pero queden tostaditas por fuera. Consejos Marinar el pescado siempre es una buena idea porque gana muchos matices. Puedes probar a preparar cualquier otro tipo de pescado con esta misma marinada o h acer las sardinas con otra mezcla de sabores . Por ejemplo, con un vinagre suave como el de vino o el de sidra y ralladura de limón y de naranja, tomillo y mostaza antigua con sal y aceite de oliva virgen extra quedan deliciosas. Luego se hacen a la plancha, igual que aquí. Cocinar sardinas a la brasa siempre es buena idea y también se pueden hacer previamente marinadas. Lo único que debes procurar es que las ascuas no estén excesivamente calientes ni muy cerca del pescado. Mejor lejos y con unas ascuas suaves para que se queden bien hechas por dentro pero adquieran ese sabor tan característico.