Si quieres que la lubina te quede estupenda, la mejor propuesta es prepararla entera, con cabeza incluida, al horno, como hemos hecho en esta exquisita y sencillísima receta de lubina al horno , solo con unas incisiones sobre el lomo. La acompaña muy bien una base de patatas , tomate y cebolla . ¡Eso sí, ni se te ocurra meterlo junto, todo a la vez! La clave del éxito es respetar los tiempos de cocción. Primero se hornean las patatas solas y se reservan. A continuación, se procede con la cebolla y el tomate. Después, será el momento de colocar por encima la lubina, con los cortes transversales. Puedes introducir unas rodajitas de limón y tomate. El tiempo de cocción total hay que ajustarlo al grosor de la lubina. Así que toca estar pendientes del horno para que este suave pescado nos quede exquisito. ¡Sin duda, esta es la mejor receta de lubina al horno! Descubre otras recetas de lubina al horno , merluza al horno o bacalao al horno . La lubina con patatas es una receta que siempre queda bien. Para empezar con esta receta de lubina al horno, pela primero las patatas, lávalas y córtalas a rodajas finas de medio centímetro más o menos. Resérvalas. A continuación, pela las cebollas y córtalas por la mitad. Apóyalas sobre una tabla y córtalas a gajos finos con un buen cuchillo. Lava después los tomates y córtalos también en rodajas de un centímetro más o menos. Resérvalo todo. Precalienta el horno a 200°C. Prepara una bandeja apta para hornear con un buen chorro de aceite de oliva y reparte en ella las patatas salpimentadas. Hornéalas durante 10 minutos poco más o menos. Luego, retira la bandeja del horno y reparte en ella los gajos de cebolla y el tomate en rodajas. Vuelve a hornear alrededor de 10 minutos más. Lava y seca, con papel absorbente, la lubina. Hazle unos cortes transversales sin llegar a la espina central, salpimiéntala y colócala encima de las patatas. Después, agrega el vino blanco rociándolo bien todo y hornea unos 12 o 14 minutos, aproximadamente, aunque el tiempo dependerá del grosor de la lubina. En cada corte transversal de los que le hemos hecho a la lubina puedes introducir, si quieres, medio gajo de limón o de tomate, alternados. Presenta la lubina al horno en la mesa entera y trocéala después. Consejos para una lubina al horno perfecta: Si quieres diferenciar una lubina salvaje de una procedente de acuicultura, fíjate en las escamas. Las primeras son más brillantes y están perfectamente alineadas. Las de criadero sufren más rozamientos. En la pescadería tienen que informar del origen y su precio también te orienta, ya que el de la salvaje suele ser el triple que la nacional. Su sabor también es más intenso. La lubina es uno de los pescados blancos más grasos, por lo que asada al horno entera queda muy jugosa. Tiene una carne compacta y un sabor delicado que no requiere elaboraciones muy complejas. Para limpiarla, no la laves, pásale mejor un paño mojado para no restarle sabor. Si compras lubina de ración y vas a cocinar varias, pide que sean de un tamaño similar. Las pequeñas pueden pesar entre 300 g y 1,5 kg, y las grandes entre 4 y 7 kg. Las patatas sirven de lecho y excelente acompañamiento para el pescado. A este tipo de corte se le suele llamar patatas panadera, que son rodajas con un grosor máximo de 1cm. Incluso puedes saltearlas un poco previamente. Es un error común meterlas en el horno a la vez que el pescado. No lo olvides, primero hornea unos 10 minutos las patatas. La cebolla la cortamos en juliana, primero por la mitad y luego en láminas finas. Se meten en el horno después de las patatas, no a la vez. Lo que sí podemos es poner los tomates en rodajas junto a la cebolla. El vino blanco para regar la lubina es mejor que sea seco y de calidad. No por ser vino para cocinar tienes que utilizar uno mediocre. ¡Todo suma! Descárgate GRATIS nuestro eBook con 25 recetas de bizcochos solo por registrarte en nuestra web.