Las gambas con gabardina son un clásico del tapeo en bares y terrazas, y a partir de ahora, con esta receta, también serán un básico de los aperitivos en tu casa . Porque son muy fáciles de preparar y porque gustarán a todos. Son, en realidad, colas de gambas rebozadas en una masa a base de harina y agua y luego fritas. Y esa capa de rebozado es lo que se denomina gabardina. Nosotros te proponemos una gabardina ligera , las hay más gruesas, pero si el producto base, la gamba, es de buena calidad, una gabardina gruesa puede llegar a emmascarar su sabor. Nuestra masa de la gabardina lleva harina de trigo y harina de arroz, aunque también hay elaboraciones en las que se mezcla harina de trigo con harina de maíz. Las harinas se mezclan, se añade un poco de agua hasta conseguir una textura semilíquida (cuanto más densa quede, más gruesa será la capa de la tempura ). ¡Ah! y también le hemos añadido unas hebras de azafrán molidas que aportan un plus de sabor y de color. Una vez fritas, es importante servirlas rápido, porque si se enfrían pierden parte de su punto crujiente . Y para acompañarlas, nada como una mayonesa con soja como la que te explicamos en la receta. Por cierto, aquí te dejamos un vídeo sobre cómo limpiar las gambas para que vayas aún más rápido preparando la receta. Variaciones para tu receta de gambas con gabardina La salsa con la que acompañamos estas gambas, en nuestro caso una mayonesa con soja, puede ser otra. ¿Cuáles les van bien a las gambas? Pues una mayonesa con ajo, o una salsa rosa, una salsa tártara... Encuéntralas en este artículo sobre salsas. Si prefieres que la gabardina sea más gruesa, similar a la de los calamares a la romana, debes hacer la masa del rebozado con harina de trigo, un chorrito de cerveza, un huevo y un poco de sal. Bate todo junto hasta que tenga una textura capaz de recubrir las gambas, ni muy densa ni muy líquida. También hay quien, para que la masa "crezca" más, añaden un poco de levadura en polvo a esta masa. Esta receta puedes hacerla con gambas, con langostinos, o con cigalas. La gracia está en retirarles la cabeza y pelar las colas pero dejando el extremo de la cola sin quitar. Si te has decidido a preparar gambas sí o sí, necesitarás más recetas. Por ejemplo, esta cazuelita de gambas al ajillo , las gambas rebozadas con calamares a la andaluza , las gambas en tempura , o las gambas rebozadas crujientes .