Cómo hacer mayonesas especiales: tofunesa, lactonesa, de yogur, con ajo...

La mayonesa puede ser un lienzo en blanco, porque una vez montada acepta un sinfín de ingredientes. También se puede confeccionar con picardía si estás a dieta o tienes ciertas alergias. Dale alas a tu imaginación y prueba sabores nuevos.

Si no sabes cómo hacer una mayonesa básica, no te preocupes. En el artículo que te enlazamos aprenderás a hacerla bien en solo 2 minutos y también encontrarás trucos y consejos para que no se te corte (o para arreglarla si ya se te ha cortado).

Lactonesa

No lleva huevo, se sustituye por leche en una proporción de 1 medida de leche por 2 de aceite, como esta receta que además incorpora mostaza. Así que es la solución perfecta para personas que sufren intolerancia al huevo... o si quieres hacer mayonesa y te has quedado sin huevos. También es una buena opción para los que prefieren no tomar huevo crudo. Mira en nuestro vídeo cómo hacerla paso a paso:

Mayonesa light

Para reducir las calorías y el colesterol, en lugar de 1 huevo entero puedes utilizar 2 claras. Aunque lo que más calorías suma en la mayonesa es el aceite. ¿Se puede preparar mayonesa sin aceite?, te preguntarás. Pues sí, en lugar del aceite se utiliza leche (desnatada, de almendras…) y 1 cucharada de almidón de maíz o maicena como espesante.

Mayonesa de yogur

Bate un yogur con 1 diente de ajo (opcional), una pizca de sal y una cucharada de vinagre de manzana. Añade el aceite en un hilo hasta lograr la textura deseada. Esta mayonesa es ideal para acompañar verduras, te lo demostramos en este plato de brócoli al vapor.

Ajonesa

Se prepara igual que la mayonesa básica, pero se añade 1 ajo troceado al vaso de la batidora. Si quieres que repita menos, retira el germen del ajo antes de añadirlo. La ajonesa también se puede preparar con ajo negro, te encantará el sutil sabor a regaliz que le aporta. Si te animas a probarla, utilízala para acompañar unas croquetas de rape y langostinos, perfectas para una ocasión especial.

Salsa rosa

Tan viejuna como infalible, la salsa rosa es a la cocina lo que las hombreras a la moda: siempre vuelve. Una vez tienes la mayonesa hecha, agrégale una tercera parte de su volumen de kétchup. Si la ocasión lo permite, deja caer un chorrito de whisky o coñac, las gambas te lo agradecerán... ¿Otros platos a los que les va bien la salsa rosa? El pastel de merluza y salmón o los piquillos rellenos de verduras y gambas.

Salsa tártara

Perfecta para acompañar pescados y mariscos, se prepara añadiendo a la mayonesa básica un poco de cada de estos ingredientes bien picaditos: huevo cocido, alcaparras, pepinillos y cebolla o cebolleta. Cuando los tengas bien mezclados, puedes agregar también una cucharadita de mostaza de Dijon, o unas hojitas de perejil picado, como en esta receta de huevos rellenos con bacalao y salsa tártara.

Mayonesa con especias

Tan sencilla como añadir a tu mayonesa base ingredientes como azafrán, curry, mostaza, wasabi, miso… Puedes machacar incluso un poco de guindilla o salpicar unas gotitas de tabasco o sriracha si te gusta el picante. Un consejo: agrega el ingrediente elegido de poco en poco y ve probando el resultado hasta dar con la cantidad adecuada. Si te pasas de buenas a primeras, no podrás arreglarlo a no ser que hagas más mayonesa básica y la añadas para compensar el exceso de especias.

Mayonesa de frutas y verduras

Si quieres una mayonesa distinta y muy original, mézclala con un poco de fruta cocida (manzana, pera...) Fíjate lo bien que combina con pescado, en este bacalao con mayonesa de pera.

Tacos de pechuga de pavo salteados con mayonesa de pimiento

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Mayonesa vegana o tofunesa

Como su propio nombre indica, esta salsa sustituye cualquier ingrediente de origen animal, como la leche o el huevo, por tofu, un derivado de la soja. El tofu se bate con aceite de oliva, zumo de limón, mostaza y sal y listo. No te pierdas la receta de la tofunesa completa, explicada paso a paso.