Las gambas siempre alegran la mesa. Si has comprado unas gambas de primera, hazlas a la plancha y olvídate de guisos, pero si tienes unas colas de gamba peladas medianas, congeladas , por ejemplo, prueba esta sugerencia, rebozadas y crujientes. También es buena idea hacer las clásicas gambas al ajillo . Después de r ebozarlas con huevo y pan rallado , hay que escurrirlas bien y servirlas calentitas, acompañadas de un cuenco de salsa agridulce . Esta salsa es un clásico de la cocina china, que también le va muy bien a este plato para mojar la gamba crujientita. Si te gusta, también puedes hacerla en casa porque es fácil. Necesitarás media taza de agua, 4 cucharadas de vinagre de arroz, 5 cucharadas de azúcar, 1 cucharada de ketchup, 1 cucharada de harina de maíz y una pizca de sal, lo remueves, lo pones a hervir 3 minutos y ya tienes tu salsa agridulce casera. Con las gambas también puedes preparar un entrante clásico como el cóctel de gambas o unas gambas al ajillo con almejas . Y si te gusta mezclarlas con verduras, no te pierdas el salteado de gambas con alcachofas y cardo . Si compras las gambas enteras, mira en nuestro vídeo cómo pelarlas correctamente: Consejos para unas gambas rebozadas crujientes perfectas Gambas bien secas. Antes de proceder a cocinarlas, sécalas bien con papel absorbente para que te queden perfectas. Si las tenías congeladas, déjalas descongelar dentro de la nevera en un recipiente con rejilla. No las dejes descongelar a temperatura ambiente. El rebozado perfecto. Pasa las gambas primero por el huevo y déjalas escurrir para que suelte el sobrante. Luego pásalas por pan rallado, presiona y sacude, también para que quede bien repartido. La temperatura del aceite. Las hemos frito en aceite de oliva a 160º, si tienes freidora, puedes programarlo. Si no, te irá bien un termómetro de cocina. Tienen que quedar crujientes por fuera y tiernas por dentro. Al retirarlas, déjalas sobre papel absorbente y sirve enseguida.