7 rebozados y milanesas crujientes

Seamos sinceros, pocas cosas hay más ricas que un filete empanado o una croqueta o un flamenquín o un palito de pescado y todas estas recetas tienen un elemento común: el empanado y el rebozado.

Es verdad que suelen ser recetas calóricas porque las freímos pero también las podemos hacer al horno o en una freidora de aire y conseguir buenos resultados.

¿Cuál es la diferencia entre rebozar y empanar? Muy fácil, el rebozado se hace con harina y huevo y el empanado con pan rallado y huevo. También podemos añadir otros ingredientes, incluso combinar harina y pan como se hace en algunas de estas recetas.

Hay varios tipos de rebozados y muchas versiones de empanados pero las recetas que más crujientes quedan son estas siete de aquí.

1. Emparedados de calabacín y lacón

Esta versión mejorada de los clásicos San Jacobos es ideal para las cenas de los más pequeños de la casa. Se trata de unos emparedados que se hacen con calabacín, queso y lacón. Llevan un rebozado muy ligero y crujiente para el que primero se pasan por harina, luego por huevo y después por pan rallado.

2. Nuggets de pollo con dos salsas

Otro clásico de los rebozados y fritos son los nuggets de pollo. Estos se hacen al estilo casero y se acompañan de dos salsas diferentes, una de estilo orinetal y la otra, una brava tradicional.

Con mayonesa o mostaza también están deliciosos. En esta receta te enseñamos a freírlos en aceite de la manera clásica pero horneados también quedan riquísimos.

3. Escalopes de ternera a la milanesa

Claro que si hablamos de clásicos empanados que nos recuerden a nuestra infancia, los escalopes a la milanesa se llevan la palma. Pocos platos hay tan reconfortantes como este y más todavía si se acompañan de unas patatas fritas en sartén.

4. Emparedados de jamón y queso

¿Eres fan del tradicional croque-monsieur? Pocos sándwiches hay más deliciosos que este salvo que, como te proponemos en esta receta de emparedados de jamón y queso, lo reboces y lo frías. El truco para que el queso no se salga está en rebozarlo dos veces.

5. Chuletas de cabrito con risotto de azafrán y queso

Los rebozados y empanados no están solo presentes en recetas de diario, también pueden tener un papel protagonista en platos más elaborados como estas chuletas de cabrito con risotto de azafrán y queso. Vamos, una forma de redondear un ingrediente que ya de por sí es un manjar.

6. Bastoncitos crujientes de salmón

¿Y qué hay de los clásicos palitos de pescado? Pues que también se rebozan, claro. Estos bastoncitos crujientes de salmón son una versión un poco más sofisticada que los típicos de merluza pero la idea es básicamente la misma. Lo que los hace más especiales es que van untados con crema de mantequilla, mostaza y ralladura de limón y para rebozarlos se usan copos de maíz.

7. Flamenquines

Los flamenquines son un plato típico cordobés que nos encanta. Los hay más o menos grandes pero casi todos coinciden en una combinación de ingredientes básica: jamón serrano enrollado en filetes de lomo de cerdo espalmados a los que se les puede o no añadir queso y que van rebozados y fritos.