Esta mousse de café puedes presentarla en copa a la hora del postre o en estos tarritos herméticos, que también te permitirán guardarlos en la nevera bien cerrados hasta el momento de consumirlos. En la base lleva los clásicos bizcochos de soletilla y también se utiliza otro clásico de nuestra repostería: la leche condensada . Para que la textura de mousse de este delicioso postre quede en su punto, necesitas que la nata esté bien montada . Mira en nuestro vídeo cómo conseguirlo fácilmente. Casca los huevos separando las claras de las yemas. Bate ligeramente estas últimas y mézclalas con la leche condensada, el café soluble disuelto en unas cucharadas de agua y la nata montada. Incorpora delicadamente las claras montadas a punto de nieve. Reparte los bizcochos troceados en el fondo de unos recipientes individuales (o en uno grande y luego lo divides), y vierte encima la mousse. Deja reposar en el frigorífico 6 horas. Espolvorea las mousses con el cacao en polvo, decóralas con las almendras tostadas picadas y sírvelas. Otras recetas de mousse que te encantarán: