La lasaña tradicional italiana que todos conocemos es maravillosa, pero con las placas de pasta también podemos hacer versiones mucho más sencillas, ligeras y con una combinación de ingredientes de lo más sabrosa como la lasaña que hemos preparado hoy con pollo, berenjena y queso feta . Primero herviremos las placas de lasaña, incluso hay algunas “rápidas” que solo tendrás que dejar en remojo con agua caliente unos minutos. Las envolveremos en un paño para que mantengan su firmeza y no se sequen con el contacto con el aire, mientras prepararemos un sofrito sencillo de tomate con un toque de orégano. El sofrito combinado con la berenjena asada y el pollo aromatizado con tomillo envuelto entre las placas de lasaña queda perfecto. Después ya solo quedará hornear y gratinar el queso para conseguir un plato diferente y riquísimo para animar la semana. Incluso podemos llevaros un tupper a la oficina y presumir de lasaña casera. Ideas para que la lasaña de pollo, berenjena y feta te salga perfecta: En lugar de asar la berenjena en el horno, hacerla a la plancha con un poco de aceite un ajo picado. Prueba usar una mezcla de quesos fundentes (emmental, mozzarella, gouda...) o unas lascas de parmesano para el gratinado, quedará riquísimo. No cocines el pollo en exceso para que no quede seco. Lo ideal es cortarlo en trozos de 1/2 centímetro de grosor y marcarlos un par de minutos por cada lado. Si quieres restar aún más calorías al plato, haz el pollo hervido, entero, (si lo hierves en caldo de pollo aún estará más sabroso) y córtalo luego en rodajas.