"¿Otra vez pescado para cenar?" Si oyes muchas veces esa pregunta, cámbiales la respuesta y diles que hay croquetas . Así preparas el bacalao de forma que les guste hasta a los más reticentes. Con un poco de bacalao desalado, lo agregas a una bechamel casera y luego las rebozas con panko para que el resultado sea espectacular. ¿No has utilizado nunca panko? Es una especie de pan rallado de origen japonés que da un resultado al rebozado más aireado y crujiente. Si no tienes, puedes rebozarlas con pan rallado normal. Para acompañar, solo tienes que aliñar unos buenos pimientos del piquillo de conserva y cebolla cortada fina. Y si les gusta la rúcula, añádeles unas hojas de forma decorativa por encima de las croquetas. Ideas para tus croquetas de bacalao Desalar bacalao. Si compras el bacalao sin desalar, puedes hacerlo en casa. Si son migas, te bastará tenerlas en agua entre 3 y 5 horas, cambiando cada 2 el agua. Si son filetes, necesitarás más tiempo. Y los trozos gruesos necesitan 48 horas con cambios de agua cada 6 horas, aproximadamente. La leche de la bechamel es preferible que sea entera, echarla a hilillos e ir removiendo para que no se formen grumos pero nos quede espesita. En forma de bola. Es más fácil hacer croquetas en forma de bolas que alargadas. Puedes probar con el utensilio para sacar helados para ayudarte. Hazlas cuando la masa esté fría. Aceite bien caliente. Si puedes medirlo, que esté a 180º C y no baje esa temperatura. Lo ideal es una sartén pequeña y echar pocas croquetas en cada tanda. Si se te abren es porque no está a la temperatura correcta. Un truquillo es ver si salen burbujitas alrededor de la primera croqueta que eches. Entonces es que sí es el momento. El rebozado . Si quieres que quede bien sellado, pásalas primero por harina luego por huevo y finalmente, por el panko. Si las croquetas siempre triunfan en tus menús, prueba otro día con las de carne de cocido , con las de verduras y jamón o las clásicas de pollo .