Si te gusta la textura crujiente de la tempura, mira en nuestro vídeo paso a paso cómo hacer la masa para conseguir una tempura perfecta. Lo más clásico es hacer la tempura de verduras o de gambas, como en esta receta. Aunque también puedes servirlos juntos . Se preparan en piezas de bocado, que podrías coger con las manos (y sin mancharte...). Para servir, acompáñalo de un bol de salsa de soja o con una salsa agridulce y, si quieres, unos palillos para cogerlos. Además de las gambas, en esta receta también rebozamos en la tempura las hojas de hierbaliusa. Si quieres innovar, prueba la tempura de verduras al curry con dip de remolacha o las alcachofas en tempura con salsa. Vierte 400 ml de agua en un cuenco, tápalo con film y déjalo en el congelador hasta que el agua esté muy fría pero no congelada. Mientras tanto, pela las gambas, sin retirarles el extremo. Elimina con ayuda de unas pinzas el intestino de las gambas, con cuidado de no romperlas. Retira el cuenco del congelador y ponlo sobre otro bol más grande, también con hielos para que el agua se mantenga bien fría. Agrega la harina poco a poco y sin dejar de remover con una cuchara de madera hasta que obtengas una masa semilíquida como la de las crepes. Calienta abundante aceite en una sartén. Lava las hojas de hierbaluisa y sécalas bien. Sumerge las gambas en la tempura y luego la hierbaluisa. Fríe ambas por tandas hasta que se doren. Retíralas y déjalas escurrir sobre papel de cocina. Sírvelas con la salsa de soja. Consejos para tu tempura de gambas: Cuando eches la harina para hacer la tempura, agrega una pizca de sal. Bátelo bien hasta obtener una textura como de nata. Para la fritura, hay que calentar el aceite entre 180-200º C. Si no tienes termómetro de cocina, echa una gota de la masa de la tempura a la sartén. Si sube rápido a la superficie, es que ya está listo para freír. Si en lugar de agua fría, le añades agua con gas o cerveza, le darás otro toque original a tu tempura.