Cocinar algo diferente puede convertirse en una especie de viaje a tierras lejanas. Eso es justo lo que pasa con esta receta, en cuanto empiezas a saltear los ajos con los chiles y ves cómo la carne empieza a dorarse, te trasladas, sin moverte de casa, a esos sabores asiáticos que mezclan dulce, salado y picante con una naturalidad increíble. Y lo mejor de todo, los ingredientes son tan sencillos que los puedes encontrar en cualquier supermercado. El solomillo de cerdo es una de esas carnes que no deberían faltar nunca en la cocina. Tierna, rápida de preparar y muy versátil. Pero si además lo combinas con espárragos verdes , mango maduro y un toque de salsa de soja, la cosa cambia. Se vuelve un plato completo, con color, sabor y una textura increíble . Perfecto para salir de la rutina sin complicarte demasiado. Lo mejor de este tipo de salteados es que no requieren grandes conocimientos de cocina. Solo hace falta tener todos los ingredientes preparados y el fuego bien alto. Y en apenas 15 minutos tienes un plato que parece sacado de un restaurante de fusión . Ideal para una cena especial, una comida entre semana con ganas de variar o incluso para sorprender a tus invitados sin pasar la tarde en la cocina. Un plato rápido que sabe a cocina elaborada El secreto de este plato está en la combinación de sabores. El picante del chile se equilibra con la dulzura del mango, la soja aporta ese fondo tan sabroso y la albahaca da un frescor final que redondea el conjunto. Además, el solomillo es una carne magra y tierna, que no necesita más que un salteado rápido para quedar en su punto. Lo bueno de este tipo de recetas es que puedes adaptarlas según lo que tengas en casa. ¿No te gusta el picante? Quita el chile. ¿Te apetece algo más verde? Añade tiras de pimiento o unas judías verdes. Incluso puedes cambiar el solomillo por pollo o pavo si prefieres otra carne blanca. La idea es mantener la esencia del salteado: fuego fuerte, poco tiempo y mucha mezcla de sabores. Y si te animas, puedes preparar una versión más de fiesta añadiendo anacardos tostados al final, un chorrito de lima para dar acidez o unas semillas de sésamo por encima. No hay reglas fijas: lo importante es que te diviertas cocinando y que el plato te deje con ganas de repetir. Cocina sin complicaciones y con mucho sabor Este salteado de solomillo de cerdo con mango y espárragos es una de esas recetas que apetece guardar para cuando no sabes qué hacer, pero quieres comer bien. Es colorida, tiene textura, se prepara en media hora y está llena de contrastes que funcionan de maravilla. Así que ya sabes, saca el wok y disfruta de cocinar algo diferente, fresco y lleno de sabor. Pruébala… ¡seguro que repites! Otras recetas con solomillo de cerdo que te encantarán: