A medio camino entre un bizcocho y un flan, el pudin (o púding) es un postre muy típico de la cocina anglosajona y se caracteriza por su textura suave y cremosa. La idea de hacer un pudin de pan, que implica remojar pan duro en una mezcla de huevos, leche, azúcar y especias , es una práctica que ha existido durante siglos en diversas culturas. Agregar frutas frescas o secas al pudin de pan es una variación que se ha utilizado en diferentes lugares, dependiendo de la disponibilidad de ingredientes locales. En Europa, donde el pudin de pan es una preparación tradicional, especialmente en países como el Reino Unido y Francia, es común encontrar versiones que incorporan frutas como pasas, ciruelas pasas o manzanas . El pudin de pan con frutas también se ha hecho popular en América del Norte y del Sur, donde se han adaptado recetas para utilizar ingredientes locales como frutas tropicales o berries. Si buscas postres fáciles para hacer en casa, no te pierdas este flan de yogur y queso, queda espectacular. Alternativas a tu pudin de frutas En lugar de pan duro, puedes aprovechar otra elaboración dulce que te haya sobrado, como bizcocho, croissant o magdalenas. Las frutas en conserva, como el melocotón en almíbar, también pueden incluirse en un delicioso pudin. Los frutos secos pueden dar un sabor inconfundible a tu pudin, y puedes mezclarlos (o no) con frutas frescas.