El cocido madrileño es uno de esos platos que en cada casa se come de una manera diferente . Sin embargo, hay cánones que no se deben pasar por alto, como servirlos en tres vuelcos ; así como trucos que siempre funcionan, como el uso de la redecilla para cocer los garbanzos. El cocido no tiene unos reglas tan estrictas como las de la paella valenciana, por ejemplo, pero casi nadie se olvida de ponerle pollo o gallina, morcillo y huesos de jamón . En algunas casas también se añade chorizo, a veces incluso morcilla. Hay quien toma la sopa con garbanzos y fideos y quien prescinde de ella. Lo más habitual, sin embargo, es tomar los garbanzos secos y también la carne, mezclados o por separado. En algunas casas madrileñas el cocido se sirve con judías verdes en lugar de con col o repollo. Si cuando aprieta un poco el frío, en tu casa reina el chup-chup, te animamos a cocinar también nuestra olla gitana tradicional , este pastel de cocido , nuestro cocido con judías pintas e incluso esta versión light del cocido madrileño más canónico . Lava las verduras, las carnes y los huesos. Pon en una olla la carne, los huesos, el pollo, el tocino, el chorizo y el jamón. Cubre con agua y una cucharada de sal. Cuece una hora a fuego lento, retirando la espuma cada vez que se forme en la superficie. Pincha los clavos en la cebolla y reserva. Añade los garbanzos, colocados en una red y cuece 45 minutos. Echa la cebolla con los clavos y las zanahorias y cuece otros 45 minutos más o menos. Pela y corta las patatas y lava y trocea la col. Cuela el caldo del cocido en dos cazuelas. En una de ellas hierve los fideos el tiempo que indique el fabricante y retira del fuego. En la otra cazuela cuece la col y las patatas durante 30 minutos a fuego lento. Escurre y reserva. ¿Y al final? Sirve la sopa y acompáñala con los garbanzos, la carne y la verdura. Consejos: Haz como en las casas madrileñas y lleva a la mesa varias fuentes grandes con todos los ingredientes por separado: en una los garbanzos, en otra las verduras y en otra la carne. Una vez que tus comensales se hayan terminado la sopa podrán escoger qué quieren comer de cada uno y tomarlo a su propia manera. Los garbanzos se pueden tomar solos o aliñados con aceite, sal y vinagre. En algunas familias también se prepara un aliño especial que consiste en tomate cocido chafado con un tenedor (que no quede líquido del todo) al que se le añade aceite, sal, perejil, un poquito de vinagre y, si se quiere, un poco de ajo picado. Si vas a ponerle chorizo, cuécelo en una cacerola pequeña aparte para que el caldo no te quede demasiado graso.