El cocido madrileño es un plato cargado de tradición. En cada casa, prepararlo y después comerlo es casi un ritual pero eso no significa que no se le pueda dar una vuelta de tuerca y adaptarlo a gustos o tendencias más actuales. No, no estamos hablando de deconstruirlo ni nada parecido. Eso se lo dejamos a los grandes chefs. Estamos hablando de aligerarlo un poco para quedarnos con todos los beneficios de un alimento tan saludable como los garbanzos dejando a un lado las grasas perjudiciales de algunas de las carnes que los acompañan.

Esta versión del cocido madrileño tiene más verdura y menos chicha pero gracias a la presencia de huesos en el caldo, este no pierde fuerza ni sabor. Hay quién para aligerar la receta tradicional cuece las carnes, en una olla aparte y deshecha luego ese caldo. No obstante, nos estamos perdiendo los beneficios de todos los nutrientes y el colágeno que se desprenden de ellos durante la cocción. Además, gracias a ellos nos evitamos utilizar grandes cantidades de sal para el caldo ya que la aportan de una manera mucho más natural. Eso sí, el chorizo sí que es mejor cocerlo aparte si se lo queremos añadir.

Además de repollo, o para sustituirlo, puedes utilizar judías verdes y cocerlas también aparte. Otra opción es reservar parte de la carne para hacer unas croquetas, por ejemplo, y tomar más garbanzos y sopa con tu cocido

Ingredientes paraCocido madrileño ligero

  • 120 gramos de Garbanzos
  • 400 gramos de Carne de morcillo
  • ¼ Gallina
  • 4 Zanahorias
  • 1 Cebolla
  • 2 Patatas
  • 1 Puerro
  • ½ Repollos
  • 150 gramos de Jamón Serrano
  • 1 Hueso De Ternera de rodilla
  • ½ cucharadas de Pimentón
  • Sal

Cómo hacer cocido madrileño ligero

1. Prepara el caldo

Deja los garbanzos en remojo con agua la víspera. Pela la cebolla y las patatas. Raspa las zanahorias, limpia el puerro y lávalos con las patatas. Ponlo todo en una olla con el jamón, el hueso, el morcillo y la gallina sin piel ni grasa, todo lavado. Añade el pimentón, cubre con agua y lleva a ebullición.

2. Incorpora los garbanzos

Desespuma el caldo. Enjuaga y escurre los garbanzos. Incorpóralos a la olla y cuece hasta que hierva. Desespuma de nuevo, tapa la olla y cuece 2 horas. Sazona al final de la cocción.

3. Cuece el repollo y sirve

Limpia el repollo, lávalo, cuécelo en agua con sal 40 minutos y escúrrelo. Cuela el caldo y sírvelo con los garbanzos, la verdura, la carne y el repollo. O dispón cada tipo de alimento por separado en diversas fuentes para que cada comensal elija qué quiere comer.

El truco

Si tienes prisa, usa garbanzos cocidos, previamente enjuagados, y reducirás bastante el tiempo de cocción.

Consejos:

  • Cuece los garbanzos en una red de cocina para que a la hora de extraerlos del caldo la tarea sea mucho más fácil y rápida.
  • En lugar de usar gallina para darle sabor al caldo, usa contramuslos de pollo. Puedes aprovecharlos para otras recetas si no quieres comerlos con el cocido y también aportan mucho sabor.
  • Usar pimentón para darle más sabor a este cocido es una buena idea ya que lo que buscamos es aligerarlo sin perder sabor y este nos puede recordar al de chorizo que no hemos puesto.
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