Cuando termina el día, lo último que apetece es pasar horas en la cocina. Por eso, una cena proteica es siempre una gran opción: rápida, fácil de preparar y, además, saciante . Este tipo de cenas ayudan a evitar los antojos nocturnos o despertarte con hambre a media noche. Y sí, una buena tortilla puede ser el ejemplo perfecto. ¿Tortilla de patatas sin patatas? Suena raro, lo sabemos. Pero cuando pruebes esta versión ligera y proteica con nabos (o chayotes) que te presentamos aquí, no vas a echarlas de menos. El sabor, la textura y ese toque dorado por fuera recuerdan muchísimo a la tortilla de toda la vida… con una diferencia importante: es mucho más ligera, digestiva y saludable . Suscríbete a Cocina Fácil y guarda todas tus recetas en el libro de Cocina más grande del mundo: solo 1 €/mes . Es la receta ideal si buscas una cena rápida, rica en proteína y baja en hidratos , o si simplemente te apetece innovar sin renunciar al sabor de siempre. Solo necesitas 10 minutos, unos pocos ingredientes y una sartén . Perfecta para esos días en los que no tienes ganas de complicarte, pero sí de comer bien. ¿Te gusta más jugosa o más cuajada? Puedes ajustar el tiempo de cocción a tu gusto. ¿No tienes nabos? Sustitúyelos por chayotes, que funcionan igual de bien. Y lo mejor: es apta para casi cualquier tipo de dieta y perfecta para llevar en tupper al trabajo o disfrutar con una ensalada fresca en casa. ¿Te animas a probarla? Aquí tienes los ingredientes y el paso a paso para que te quede perfecta a la primera. ¡Trucos para que te quede de 10! Aunque esta receta es muy sencilla, hay algunos detalles que marcan la diferencia y hacen que la tortilla quede más sabrosa, con mejor textura y aún más parecida a la clásica. Toma nota de estos trucos para bordarla a la primera. Cuanto más finos cortes los nabos, mejor se integrarán en la mezcla y más se parecerá a la tortilla tradicional. No te saltes el paso de pochar bien la cebolla, es lo que le da el sabor más parecido a la original. Usa una sartén pequeña y antiadherente, para que te quede más alta y jugosa, y se desmolde sin problema. ¿Dieta más proteica? Sustituye un huevo entero por otra clara adicional. ¿No quieres complicarte al girarla? Usa el truco del plato: colócalo encima de la sartén, gira con cuidado y vuelve a deslizarla para que se cocine por el otro lado.