Tarta de queso y limón, postre fácil sin horno (con vídeo)

Esta receta es ideal para cualquier momento: fácil y rica, refrescante y con pocos ingredientes. Además, se prepara sin horno. ¿Te animas a probarla?

Tarta de queso y limón
Mónica Corredera
Mónica Corredera

Colaboradora

Si te apetece hacer un postre rico, pero, ahora que estamos en verano, no quieres ni pensar en encender el horno, prueba con esta receta: una tarta de queso y limón, refrescante y deliciosa que, además, se hace sin ningún tipo de cocción.

¿A quién no le apetece este postre veraniego? Descubre cómo hacer la tarta paso a paso con este vídeo:

Tartas fáciles sin horno

Hay muchas recetas de postres sin horno que se preparan de forma sencilla, como esta de queso y limón. Los ingredientes pueden variar, pero el procedimiento suele ser el mismo.

Se trata de tartas que cuajan en la nevera durante unas horas, que no suelen llevar huevo ni harina (ya que no se cocinan), y que son ligeras y refrescantes, perfectas para las tardes calurosas de verano.

Entre las muchas ventajas que ofrecen, no tendrás que preocuparte de si se queman en el horno, no consumirás energía y no pasarás calor. Esta es la receta genial de 'Platos fáciles con Tamara'.

Tarta de queso y limón
6-8 personas
Ingredientes
  • 300 gr de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 500 ml de nata para montar (que tenga 35% de materia grasa como mínimo).
  • 80 gr de azúcar
  • 1 sobre de gelatina de limón (85 gr)
  • 375 ml de agua
  • Sobaos para la base (para cubrir el molde)
  • 2 o 3 cucharadas soperas de mermelada de arándanos
Paso a paso
  1. Preparar la gelatina

    Calienta el agua en el microondas en un bol de cristal, sin que llegue a hervir, y añade el sobre de gelatina de limón, removiendo con una cuchara hasta que se disuelva por completo. Deja que se enfríe ligeramente.

  2. Preparar la mezcla de queso

    En un recipiente grande pon el queso, la nata para montar y el azúcar. Remueve con unas varillas, hasta que el queso se vaya deshaciendo y consigas una mezcla cremosa y sin grumos.

  3. Añadir la gelatina

    Una vez se haya templado la gelatina, incorpórala al recipiente de la crema de queso y nata, y mezcla hasta que quede completamente integrada.

  4. Preparar el molde

    Engrasa el interior del molde con un poco de aceite de oliva para que resulte más fácil desmoldar la tarta después. Vierte la mezcla en el molde y golpéalo sobre la encimera dos o tres veces para evitar que queden burbujas en la tarta.

  5. Formar la base

    Cubre la superficie de la mezcla con sobaos, colocándolos con la parte inferior hacia arriba. Si lo prefieres, puedes utilizar cualquier tipo de bizcocho plano para hacer la base de la tarta. Tapa con film de cocina y mete el molde en la nevera durante cuatro horas como mínimo. Lo ideal es dejarlo hasta el día siguiente.

  6. Desmoldar la tarta

    Una vez haya transcurrido el tiempo necesario, ya puedes desmoldar la tarta. Déjala reposar 10 minutos fuera de la nevera antes de hacerlo. Sujeta el molde y agítalo con fuerza hasta que notes que la tarta se despega de las paredes. Coloca un plato encima del molde y dale la vuelta. Si no sale a la primera, agita hasta que caiga sobre el plato.

  7. Decorar y servir

    Calienta la mermelada de arándanos en el microondas durante unos segundos para que se vuelva más líquida y cubre con ella la tarta de queso, extendiéndola con una paleta. ¡Ya puedes servir tu tarta!

El ingrediente principal

Las tartas que se elaboran sin horno han de llevar un ingrediente especial que las ayude a cuajar en la nevera. Este suele ser la gelatina: les da consistencia que necesitan. Por eso, se requiere paciencia para dejarlas enfriar en la nevera el tiempo que necesitan, que ha de ser de varias horas.

Otro ingrediente que puede sustituir a la gelatina es la cuajada, que se disuelve en agua, leche o nata. También les dará cuerpo a este tipo de tartas sin cocción.

En la receta de hoy hay otra mezcla que favorece que la tarta adquiera consistencia: es la de la nata para montar, el queso y el azúcar. Eso sí, la nata ha de tener como mínimo un 35% de materia grasa, porque si tiene menos no ayudará a dar prestancia a la tarta.