Para preparar este exquisito plato, elige espárragos frescos y de buena calidad, con tallos firmes, puntas compactas y sin signos de deshidratación. Si has comprado muchos y quieres almacenar parte de los espárragos en la nevera, envuélvelos en un paño húmedo o en una bolsa de plástico perforada, así mantendrán más días su frescura. Antes de cocinar los espárragos, es necesario eliminar la parte fibrosa y dura del tallo. Puedes hacerlo sujetando cada espárrago cerca de la base y doblarlo hasta que se quiebre naturalmente o cortar con un cuchillo afilado la parte inferior. El conjunto queda delicioso porque se saltean los champiñones con las puntas de los espárragos, los piñones y los trozos de jamón serrano, además de queso roquefort y el huevo. Más recetas con espárragos verdes: