Hay días en los que uno solo quiere picar algo rico sin complicarse la vida. No sé si te pasa, pero en casa siempre tengo una lámina de masa de pizza en la nevera, lista para convertirse en la protagonista de la cena improvisada. Y cuando la inspiración flaquea, llega el calabacín al rescate. Ligero, versátil y agradecido, es uno de esos ingredientes que transforman cualquier receta en una delicia saludable . Estas minipizzas de calabacín y queso no solo son fáciles de preparar, sino que tienen un encanto especial, quedan crujientes por fuera, jugosas por dentro y se pueden comer con las manos, como más nos gusta cuando hay visita o cuando el plan es sofá, serie y algo sabroso que no manche mucho. Además, con el toque de maíz y orégano, tienen un aire a pizza vegetal que engancha hasta a los que no son muy fans del verde. Son perfectas como aperitivo o entrante , pero si preparas varias y las acompañas con una ensalada, tienes una cena completa, equilibrada y sin apenas esfuerzo. Además, son una gran manera de que los más pequeños de la casa coman verdura sin protestar (truco de madre, tía o prima, da igual, lo importante es que funciona). Si te gusta una textura aún más crujiente , puedes pincelar la base de cada mini pizza con un poco de aceite de oliva antes de poner los ingredientes. Y si prefieres una versión sin gluten, hay masas de pizza sin gluten listas para usar que funcionan igual de bien. Incluso puedes usar base de hojaldre si te apetece un bocado más goloso y ligero. Más allá de lo deliciosas que están, estas minipizzas tienen una ventaja imbatible, se preparan en menos de media hora y no necesitan ingredientes rebuscados. Y como admiten muchas variantes, puedes amoldarlas a tu gusto . ¿Tienes champiñones? Añádelos. ¿Te ha sobrado algo de pollo del día anterior? Aprovecha. ¿Te gusta más el queso de cabra que el emmental? Adelante. Esta receta se adapta a ti, no al revés. También son una e xcelente opción para reuniones o cumpleaños, quedan monísimas en la bandeja y se comen en dos bocados. Y lo mejor es que no necesitan tenedor ni cuchillo, lo que las hace perfectas para comidas informales o fiestas donde nadie quiere estar pendiente del menaje. Así que ya sabes, la próxima vez que te apetezca algo sabroso, ligero y sin complicaciones, prueba estas minipizzas de calabacín y queso . Son una forma diferente de disfrutar de la pizza, con menos calorías, pero todo el sabor. ¿Te animas a prepararlas?