¿Recuerdas estas galletas de mantequilla que parecían rodajas de naranja y limón ? Si les echas un vistazo te darás cuenta de que se trata de un trampantojo, ese recurso tan creativo utilizado en cocina por el que una receta parece otra. Pues en esta ocasión te traigo un trampantojo, aunque no sea a propósito, sino mero fruto de la casualidad: los krumiri. Para conocer estas galleta s con aspecto de churro te propongo un viaje virtual a la región de Piamonte , en concreto a Casale Monferrato, una ciudad del noroeste de Italia. Allí fue donde en el año 1870, el pastelero Domenico Rossi elaboró estas galletas a las que les dio esa forma tan curiosa , tosca e irregular que recuerda al famoso bigote del rey Víctor Manuel II. Por si te estás preguntando de dónde vienen el nombre de krumiri, te diré que reciben este nombre por un licor: el krumiro. Esta bebida popular de la época se consumía después de la misa de los domingos y unos amigos decidieron pedirle al famoso repostero que creara un dulce para mojarlo en él . Y ya te imaginas el resto: fue tal el éxito que recibió un montón de premios y su fama llegó a todas partes del mundo, convirtiéndose en representativas de la zona. A día de hoy, sus herederos los siguen haciendo allí de forma artesanal. La verdadera receta tiene más "chicha", como por ejemplo que en su elaboración evitan cualquier contacto con materiales metálicos porque modificaría el sabor. Además, siguen usando granos antiguos de esa zona, en concreto el grano San Pastore . Por otro lado, no añaden los ingredientes al mismo tiempo, sino que entre unos y otros puede haber un reposo de varias horas o incluso de toda una noche. Y si te has quedado con ganas de churros de verdad , aquí te dejo varias propuestas para que puedas hacerlos en casa: la receta fácil de churros caseros para que te salgan perfectos, los churros con chocolate especiado , el curioso youtiao chino o incluso los churros con masa de calabaza y chocolate a la taza . ¿Con qué tomar los krumiri? Para que todo quede en Italia, una opción para disfrutar de tus krumiri es mojarlos en el sabayón , el tradicional postre italiano consistente en una crema elaborada con yema de huevo, azúcar y vino. ¿Prefieres un vaso de leche? Vale, pero vayamos un paso más allá: anímate a preparar esta leche de avellanas para la que solo necesitas 180 gramos de avellanas y un litro de agua. Facilísima. Si eres de chocolate, puedes animarte con esta versión de chocolate blanco a la taza con cobertura de nata . La mejor manera de disfrutar a tope de una tarde de invierno. Humeante, calentito y 100% reconfortante. Otra opción es marcarte un espectacular café irlandés al whisky , ideal para cuanto te quieres dar un homenaje sin las prisas del día a día. Para que no se mezcle la nata con el café, viértela con mucho cuidado sobre una cucharilla puesta al revés. ¿Y un mate latte ? La yerba mate argentina se puede tomar sola en su típico recipiente, pero en esta versión vegana se ha mezclado con una bebida vegetal y azúcar de coco. Dale una oportunidad.