Preparar un pollo asado jugoso por dentro y crujiente por fuera puede parecer todo un reto. Sin embargo, el reconocido chef Jordi Cruz nos ofrece un truco infalible para lograrlo: marinar el pollo adecuadamente. Os aseguro que he probado todos y cada uno de los trucos de Jordi y desde que los utilizo mis pollos asados han alcanzado la categoría de legendarios.
El proceso comienza seleccionando un pollo de tamaño adecuado. Jordi recomienda que el peso sea menor de un kilo y medio: "que esté entre 1,2 y 1,4 kilos, es lo ideal, ya que cuanto más grande sea el pollo, más seco estará, ya que deberá hornearse más tiempo" dice el chef. A este consejo previo al cocinado añado otro de mi propia cosecha, si tienes el pollo en el frigorífico sácalo tres horas antes de hornearlo, la carne a temperatura ambiente marina mucho mejor. Jordi afirma que este es el momento para atar los muslos del pollo con unas bridas para que tanto el marinado como el horneado sean más uniformes.
Vamos con la marinada, el truco definitivo para conseguir un pollo delicioso. “Se debe espolvorear sal fina tanto en el interior como en el exterior del pollo” afirma Jordi, después deberemos masajearlo con aceite de oliva para ayudar a que el sabor se integre en la carne. Jordi Cruz utiliza una mezcla de hierbas secas entre las que no falta romero, tomillo, albahaca, laurel y hierbas provenzales. Añade también pimienta negra molida y el zumo exprimido de medio limón. El pollo, envuelto con un plástico, deberá estar impregnándose de esta mezcla un mínimo de 8 horas.
Uno de los aspectos clave que destaca Jordi es la importancia de la paciencia al preparar un buen pollo asado. "No podemos tener prisa si queremos un pollo jugoso y crujiente. Hay que darle tiempo al horno para que haga su magia". Jordi sugiere cocinar el pollo a 160 ºC durante aproximadamente 90 minutos. Así, el calor penetra de manera uniforme y evita que la carne se cocine sin secarse. Luego, en los últimos 20 minutos, sube la temperatura a 200 ºC para dorar la piel y que quede supercrujiente. En este punto Jordi también nos regala otro truco de cocinado “Si quieres que la pechuga te quede más jugosa, ponla hacia abajo porque requiere menos calor”
Siguiendo los consejos de Jordi, yo suelo bañar el pollo con sus propios jugos cada 20 minutos. "Si lo regamos de vez en cuando, conseguiremos que la piel no se reseque y quede mucho más sabroso" nos dice Cruz. Esta técnica realza el sabor y ayuda a que quede más jugoso.
Despu��s de sacarlo del horno, es fundamental dejar reposar el pollo durante al menos 15 minutos antes de cortarlo. "Si lo cortamos inmediatamente, los jugos se escaparán y la carne perderá su jugosidad", advierte Jordi. En este tiempo de reposo, los líquidos se redistribuyen dentro de la carne, lo que garantiza un pollo más tierno y sabroso.
Una de las claves para acompañar un buen pollo asado es elegir una guarnición adecuada. Jordi se decanta por unas deliciosas patatas asadas, cocinadas en la misma bandeja del horno. “Absorben los jugos del pollo y quedando impregnadas de su sabor” nos dice el chef. Otra opción que a mí personalmente me encanta, es añadir una ensalada fresca para equilibrar el plato y darle ese toque fresco que a la carne le va de maravilla.
Si quieres llevar tu pollo asado al siguiente nivel, Jordi también aconseja preparar una salsa con los jugos que quedan en la bandeja. Basta con desglasar con un poco de caldo de pollo o vino blanco, raspar bien los restos del fondo y reducir la mezcla en una sartén hasta obtener una salsa concentrada y llena de sabor.
En definitiva, siguiendo estos consejos de Jordi Cruz, tu pollo asado arrancará aplausos allá donde lo presentes, porque, como dice Jordi: "Cocinar bien no es complicado si sabes cómo hacerlo". Sin duda, este truco para marinar y asar el pollo es el ejemplo perfecto.