Si hay un motivo que no puede faltar en San Valentín... ¡son los corazones! Y si además son dulces, crujientes y están para comérselos, quien los pruebe caerá rendido a tus pies. Esa es nuestra propuesta de hoy: unas galletas de vainilla preciosas, en forma de corazón , que combinan dos colores (tostado y rojo, cómo no). Para que queden tan bonitas como estas, el truco es utilizar moldes de corazón de diferentes tamaños, para poder superponer las galletas y conseguir el juego de colores. ¿Cómo conseguir unas galletas rojas? Es tan sencillo como teñir la masa de las galletas con colorante en gel. Ten cuidado, añade primero una o dos gotas y mira cómo queda el color. Piensa que siempre estás a tiempo de añadir más colorante, pero si te pasas, no podrás arreglarlo. Trucos para preparar galletas de San Valentín Que tengan forma de corazón es básico. Nosotros hemos utilizado un único molde que ya tiene corazones de varios tamaños. ¿Te gusta? Si prefieres tener unos moldes más convencionales, los sueltos también te irán muy bien.