Hay bocadillos ... y luego están los bocadillos con pan de focaccia . Y es que basta cambiar el tipo de pan para que un sencillo relleno de queso y fiambre se convierta en un almuerzo con aires italianos , digno de terraza soleada en la Toscana. Esta receta, fácil a rabiar y lista en veinte minutos, es ideal para cuando queremos comer rico y rápido, pero sin renunciar a un toque especial. La combinación de mozzarella fresca, pavo cocido, tomates maduros y unas cucharadas de pesto es infalible. El secreto está en la calidad de los ingredientes . No hace falta volverse loco: basta con escoger un buen pan (que puedes comprar o hacer en casa si te vienes arriba), tomates de verdad y una mozzarella que no sepa a plástico. Con eso, y unas hojas de albahaca fresca para coronar, ya tienes media comida solucionada. Yo suelo preparar este bocadillo cuando tengo visitas inesperadas . Abres la nevera, ves que tienes un par de tomates, una bola de mozzarella y ese bote de pesto que lleva esperando su momento de gloria... y voilà. En diez minutos te marcas una focaccia digna de aplauso. A veces incluso lo sirvo cortado en triángulos, como si fuera una tapa elegante . Lo presentas en una tabla con unas servilletas bonitas y parece que has hecho mucho más de lo que en realidad has hecho. Pero eso también es cocinar, saber vestir lo sencillo. Variantes, trucos y consejos ¿No tienes focaccia? Puedes sustituirla por cualquier pan que sea un poco rústico y tenga buena miga: chapata, pan de cristal, pan de semillas… Pero si encuentras focaccia de calidad, no te lo pienses. También puedes hacerla tú con tiempo: hay recetas rápidas que no requieren masa madre y que dan un resultado más que digno. Mozzarella: mejor fresca Evita la mozzarella rallada para pizzas. Busca la que viene en bolas, sumergida en su líquido, ya que tiene mejor sabor y textura. Si te apetece probar otra cosa, puedes usar burrata para una versión más cremosa o incluso queso de cabra en lonchas para un toque más potente. ¿Y si quiero versión veggie? Sustituye el pavo por unas berenjenas a la plancha, unas tiras de calabacín asado o incluso unas setas salteadas. El resultado sigue siendo espectacular y 100 % vegetariano. ¿Se puede preparar con antelación? Sí, aunque lo ideal es montarlo justo antes de servir para que el pan no se humedezca demasiado. Si lo vas a llevar al trabajo o de picnic, envuélvelo bien y añade las hojas de albahaca en el último momento para que no se marchiten. Un bocadillo que no lo parece Este bocadillo tiene algo que lo hace especial. Quizás sea la textura jugosa del tomate con el queso, el aroma del pesto o ese pan que se desmigaja justo donde debe. Lo cierto es que es uno de esos platos que puedes repetir mil veces sin cansarte . Es perfecto para un almuerzo informal, una cena rápida o incluso para una merienda con amigos. En casa lo hemos convertido en un clásico para ver películas, cada uno monta su propia focaccia con los ingredientes que más le gustan. Y siempre hay alguna variante que se cuela, desde rúcula hasta aceitunas negras, pero la base es la misma. Porque cuando algo funciona, no hay que complicarse demasiado .