Desayuno fácil y mejor que en una pastelería: las caracolas de mermelada más esponjosas que he probado

Esponjosas, doradas y con un toque de mermelada irresistible.

victor fernandez cocina facil
Víctor Fernández

Redactor y cocinero

caracolas con mermelada
GTres
4 personas
50 min

Sé el primero
en votar

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Me encanta el olor de la masa horneándose en casa. Una razón más para animarte preparar bollería casera.  Si te parece demasiado complicado y temes que el resultado no sea el esperado, estas caracolas con mermelada disiparán todas tus dudas. Facilísimas de hacer, con pocos ingredientes y, sobre todo, con un resultado tan delicioso que dejará con la boca abierta a cuantos las prueben. Me gusta hornearlas para desayunos de domingo o meriendas especiales, pero os adelanto que para sorprender a alguien con un detalle casero funcionan a las mil maravillas.

Como las caracolas de hojaldre con crema de chocolate o los bollitos en caracola con chocolate, esta es una de las recetas que más disfruto cuando las horneo, las disfruto y observo la reacción de mis familiares cuando las degustan.

Ingredientes paraDesayuno fácil y mejor que en una pastelería: las caracolas de mermelada más esponjosas que he probado

  • 250 gramos de harina
  • 15 gramos de levadura fresca
  • 2 huevos
  • 50 gramos de azúcar
  • 150 mililitros de leche
  • 40 gramos de mantequilla
  • 1 cucharadita de zumo de limón
  • 1 pizca de sal
  • Mermelada de albaricoque
  • Azúcar glas

1. Prepara la masa

El primer paso es hacer la masa. Para ello, introduce en un bol grande la harina tamizada, un huevo y medio, el azúcar, 125 mililitros de leche templada, la levadura fresca desmenuzada, la mantequilla a temperatura ambiente, el zumo de limón y la pizca de sal. Mezcla bien todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea. Lo ideal es amasar durante unos cinco minutos hasta conseguir una textura suave y elástica. Si tienes un robot de cocina o una amasadora, este paso será mucho más sencillo.

Cuando la masa esté lista, colócala en un recipiente limpio, cúbrela con un paño seco y deja que repose durante 15 minutos. Este tiempo permitirá que la levadura comience a hacer su magia y la masa gane en esponjosidad.

2. Estira y rellena la masa

Pasado el tiempo de reposo, espolvorea ligeramente una superficie con harina y estira la masa con un rodillo hasta formar un rectángulo. A continuación, pincela la masa con una capa generosa de mermelada de albaricoque, asegurándote de distribuirla bien para que cada caracola tenga su dosis justa de dulzura.

Con la masa ya lista, corta seis tiras de tamaño similar y enróllalas una a una para formar las caracolas. Colócalas en moldes para muffins o en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado. Cubre las caracolas con un paño y déjalas reposar durante otros 30 minutos. Este segundo reposo es clave para que adquieran una textura más esponjosa una vez horneadas.

3. Hornea y presenta

Precalienta el horno a 180 °C. Mientras alcanza la temperatura, bate el medio huevo restante con los 25 mililitros de leche que sobran. Con esta mezcla, pincela la superficie de las caracolas para que queden doradas y con un brillo irresistible.

Hornea las caracolas durante aproximadamente 20 minutos o hasta que estén bien doradas. Una vez listas, retíralas del horno y deja que se enfríen sobre una rejilla. Para darles el toque final, espolvorea un poco de azúcar glas por encima. ¡Listo! Ya tienes unas caracolas con mermelada deliciosas y listas para disfrutar.

El truco

Si quieres un acabado más jugoso, cuando las saques del horno, píntalas con un poco de almíbar caliente (agua y azúcar a partes iguales hervidos unos minutos). Esto les dará un brillo espectacular y un toque extra de dulzor. ¡Quedarán irresistibles!

Consejos para que salgan perfectas

  • No te saltes los tiempos de reposo. La levadura necesita tiempo para fermentar y hacer que la masa suba correctamente. Si acortas estos tiempos, las caracolas quedarán más densas y menos esponjosas.
  • Elige una buena mermelada. La de albaricoque es una opción clásica y deliciosa, pero puedes experimentar con otros sabores como fresa, arándanos o incluso una crema de chocolate.
  • Controla el horneado. Cada horno es diferente, así que vigila las caracolas para evitar que se doren en exceso. Si notas que se están tostando demasiado rápido, cúbrelas con un poco de papel de aluminio durante los últimos minutos de cocción.

Si buscas una receta sencilla, pero resultona para sorprender a tu familia o simplemente darte un capricho, estas caracolas con mermelada son la opción perfecta. ¿Te animas a prepararlas?

¿Has preparado esta receta?

Marcar como cocinada

Notas de cocina

Comparte las notas de tu cocinado con otros usuarios o envía un mensaje privado

Mis notas
Las más útiles
Todas

¿Te ha gustado esta receta?

Puedes guardarla en tus favoritos, imprimirla o compartirla