Me encantan los postres fáciles que se hacen en poco tiempo , tengo que reconocerlo. Y es que hay dulces que parecen salidos de una pastelería de revista, pero que puedes preparar en casa sin despeinarte. El crumble de plátano con helado de vainilla es uno de ellos. Una receta con ese aire de cena tranquila y sabor a cocina casera, perfecta para cuando quieres darte un capricho sin complicarte la vida . Pero, ¿y si le das un toque más tropical y lo acompañas de un helado de coco y piña ? La combinación del dulzor del plátano con la ligera acidez de la piña creará un contrapunto ideal. Elijas el helado que elijas, la combinación entre el plátano calentito y el helado frío es simplemente espectacular. Además, como el plátano ya tiene su propio dulzor natural, puedes permitirte reducir la cantidad de azúcar sin que el postre pierda sabor. Resultado: un dulce más saludable, más ligero y con todo el encanto de un crumble clásico . Con esta receta, todo son ventajas. Además, es uno de esos postres que puedes tener medio preparado con antelación y montar en un momento justo antes de servir. Ideal si tienes invitados o si simplemente quieres darte un pequeño homenaje en casa sin complicarte demasiado la vida. Este crumble de plátano es muy versátil y puedes amoldarlo a tu gusto o al de tus invitados sin el menor problema. Puedes sustituir el plátano por manzana, pera o incluso melocotón si estás en temporada. También puedes jugar con los frutos secos, las almendras, los pistachos o los anacardos dan un giro interesante que a mí personalmente me encanta. Y si te apetece algo más ligero, cambia el helado por un poco de yogur griego bien frío. En casa, este postre es un clásico de las cenas de viernes o de fin de semana. No falla, lo preparo mientras empieza la película y lo servimos cuando aún está templado , con el helado empezando a fundirse. Es sencillo, rápido y está riquísimo. No necesitas más. ¿Te animas a prepararlo? Si estás buscando una manera deliciosa de aprovechar esos plátanos que ya están un poco maduros, este crumble casero es tu receta. Tiene el equilibrio perfecto entre lo dulce, lo crujiente y lo cremoso, y lo puedes tener listo en menos de media hora. Así que ya sabes: abre la despensa, enciende el horno y date el gustazo. ¡Este postre es de los que se repiten!