Panecillos de leche fáciles y esponjosos (sin amasar)

¿Buscas un pan que se prepare sin necesidad de grandes técnicas de amado? Toma nota de la receta que hemos descubierto en el canal de YouTube "Por amor al horno"

Pan mágico de burbujas, suave, esponjoso y sin amasar (con video)
Canal de YouTube "Por amor al horno"
ruth puig cocina facil
Ruth Puig

Colaboradora

Esta receta es como un verdadero truco de magia en la cocina, ya que, a pesar de su apariencia que podría hacer pensar en un pan elaborado con técnicas avanzadas de panadería, se prepara sin necesidad de maniobras complicadas de amasado.

La clave reside en permitir que la levadura despliegue su encanto, al simplemente mezclar los ingredientes en un bol y darles forma, para luego dejar que la masa repose hasta que se duplique en tamaño. 

Su aspecto, que evoca la imagen de un conjunto de burbujas fusionadas, se logra al formar pequeñas bolitas de masa de pan y colocarlas contiguamente en la bandeja del horno. Durante el proceso de horneado, la masa se expande y estas se fusionan, creando la ilusión de ser un solo pan.

En el canal de YouTube "Por amor al horno," donde hemos descubierto esta deliciosa receta, se agrega un paso adicional al procedimiento pintándolos con miel o mantequilla derretida justo al sacarlos del horno.

Esto les proporciona un brillo adicional y un sabor dulce. No obstante, si decides omitir este paso, también puedes rellenarlos con queso u otros sabores que te resulten apetitosos. ¿Te animas con la receta?

Pan mágico de burbujas
Para 4 personas
Ingredientes
  • 1 tza. (250 ml) Leche tibia
  • 1/2 tza. (100 g) Azúcar
  • 1 sobre (7 g) o 2 cdtas. de levadura seca o 21 g de levadura fresca
  • 4 tzas. (560 g) de harina de trigo todo uso (se puede usar harina de fuerza o para pan)
  • 1/2 cdta. de Sal
  • 1/3 tza. (70 g) de mantequilla sin sal derretida
  • 2 huevos a temperatura ambiente
  • 1 cdta. de extracto de vainilla
  • 1 cda. de miel
Para pincelar los panes
  • 1 Huevo batido con 2 cucharadas de leche
Paso a paso
  1. Activa la levadura

    Comienza mezclando la levadura con la leche tibia y el azúcar en un recipiente. Déjalo reposar durante unos 10 minutos hasta que observes que la levadura se activa y comienza a espumar.

  2. Prepara la masa

    En un recipiente grande, coloca la harina y haz un hueco en el centro. Luego, agrega la sal, la mantequilla derretida, la vainilla, los huevos y la miel. También incorpora la mezcla anterior de leche y levadura.

  3. Trabaja la masa

    Mezcla todos los ingredientes en el recipiente hasta que la masa esté completamente húmeda y no quede harina seca. Luego, transfiere la masa a una superficie llana y trabájala durante unos 15 minutos.

  4. Deja que la masa repose

    Cuando la masa esté bien trabajada, transfiérela a un bol previamente aceitado y cúbrelo con papel film. Deja que repose hasta que la masa duplique su volumen, lo que tomará aproximadamente entre 1 y 2 horas, dependiendo de la temperatura de tu cocina. Asegúrate de que la masa sea homogénea, suave, elástica y ya no se pegue a las manos.

  5. Forma las bolitas

    Una vez que la masa haya levado, colócala en la mesa de trabajo y vuélvela a trabajar durante 2 minutos más para liberar los gases de la fermentación. Luego, divide la masa en 16 bolitas iguales, idealmente pesándolas para asegurarte de que tengan el mismo tamaño. Coloca las porciones de masa en una bandeja enmantequillada, dejando un poco de espacio entre ellas. Cubre las bolitas con papel film o un paño de cocina ligero y húmedo, y déjalas reposar durante otros 45 minutos hasta que vuelvan a duplicar su volumen.

  6. Hornea a 180 grados

    Mientras las bolitas reposan, precalienta el horno a 180 grados. Cuando esté caliente y las bolitas hayan crecido nuevamente, pincela cada una de ellas con una mezcla de huevo y leche. Opcionalmente, puedes espolvorear azúcar o coco rallado sobre los panes antes de hornearlos. Luego, hornéalos durante 15 minutos hasta que se expandan un poco y se doren.

  7. Pinta con miel o mantequilla

    Al sacarlos del horno, puedes pincelarlos con miel tibia o mantequilla derretida (esto es opcional y les dará brillo). Desmóldalos de inmediato y déjalos enfriar en una rejilla antes de disfrutar.