La ensalada caprese es una de las más famosas de la cocina italiana: rodajas de tomate y mozzarella fresca con hojas de albahaca y un buen aliño de aceite de oliva virgen, sal y pimienta. Con esos mismos ingredientes (y algunos más) preparamos hoy esta tarta salada ideal para un aperitivo, para la cena o como primer plato que puedes tomar templada o fría, como cualquier otra quiche. La base la hacemos con masa brisa refrigerada, que deberás cocer unos minutos antes de incorporar el relleno para que no quede cruda. El resto de la receta es coser y cantar: mezclas los ingredientes del relleno, horneas... ¡y a comer! Más ingredientes para enriquecer tu quiche de tomate y mozzarella Cebolla caramelizada: rehoga cebolla en rodajas en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que se vuelva dorada y caramelizada. Añade la cebolla caramelizada a la quiche para darle un sabor dulce y suave. Espinacas: saltea espinacas frescas en un poco de aceite de oliva hasta que se marchiten y luego añádelas al relleno de la quiche. Las espinacas agregan un toque de verdor y nutrientes al plato. Queso parmesano rallado: agrega queso parmesano rallado adicional sobre la capa de mozzarella. Esto le dará un sabor más intenso y un toque adicional de queso. Tomates secos: añade tomates secos en aceite de oliva picados a la quiche para un sabor concentrado y un toque extra de dulzura. Champiñones : saltea champiñones en rodajas en un poco de mantequilla u aceite de oliva hasta que estén tiernos y añádelos a la quiche. Los champiñones agregarán un sabor terroso y una textura adicional. Pimientos: corta pimientos de colores (rojo, verde, amarillo) en trozos pequeños y añádelos a la quiche para un toque de dulzura y color. También puedes saltearlos un poco antes de añadirlos al relleno. Jamón o tocino: agrega trozos de jamón cocido o tocino crujiente a la quiche para un sabor ahumado y salado. Córtalo y saltéalo en una sartén sin aceite antes de agregarlo. Si quieres jugar con otro ingrediente 100% italiano, elige guanciale. Espárragos verdes: cocina espárragos frescos en agua hirviendo durante unos minutos hasta que estén tiernos pero aún crujientes. Luego, córtalos en trozos y añádelos a la mezcla de huevos, nata y tomate.