Retira la piel y las ternillas del beicon y córtalo en tiritas. Saltéalas, en una sartén sin aceite, hasta que estén doradas y crujientes. Retíralas y déjalas escurrir en un plato forrado con papel de cocina para eliminar el exceso de grasa. Pela y lava las patatas. Rállalas, ponlas en un escurreverduras y lávalas de nuevo, ligeramente, bajo el chorro de agua fría. Precalienta el horno a 180º. Mezcla las patatas con el beicon, la nata y la mitad del queso. Sazona y añade unas gotas de aceite. Remueve hasta incorporarlos y reparte la preparación en moldecitos de silicona. Coloca un trocito de mantequilla sobre cada uno y espolvorea la superficie con el queso restante. Hornea los pastelitos durante 35 minutos. Lava y seca el perejil. Pica muy finas las hojas y mézclalas con el resto del aceite. Desmolda los pastelitos de patata en platos, con cuidado de no romperlos, riégalos con el aceite de perejil y sirve enseguida.