¿Buscas un postre ligero, refrescante y fácil de preparar? Esta tarta de frutas con galleta es todo lo que necesitas. Se prepara en solo cinco minutos (más el reposo de tres horas, eso sí) y con ingredientes que seguro ya tienes por casa: plátano, manzana, kiwi… (o cualquier fruta de temporada como melocotón, nectarina o albaricoques) y unas galletas para darle el toque crujiente final. Este tipo de recetas, rápidas y resultonas , nos recuerdan a los postres que preparaban las abuelas con lo que tenían a mano: sencillez, cariño y ese punto irresistible que hace que siempre quieras repetir. Lo mejor de esta tarta es que no necesita horno y se puede dejar preparada con antelación. Es perfecta para el verano , cuando apetecen cosas frescas, suaves y con fruta natural. El toque de vainilla y la textura del agar-agar hacen que quede firme, pero jugosa, ideal para servir tras una comida o como merienda. En unos pocos pasos tendrás una tarta vistosa, llena de color y con un sabor que encantará a todos. ¿Te animas a probarla? Porque si hay una forma dulce de aprovechar la fruta de temporada… es esta. Suscríbete a Cocina Fácil por 1€/mes y crea tu propio libro de cocina ¡El más grande del mundo! Trucos para que la tarta quede perfecta Aunque esta receta es muy sencilla, hay algunos detalles que pueden marcar la diferencia en el resultado final. Si quieres que tu tarta de frutas y galleta sea perfecta, toma nota de estos consejos prácticos que te ayudarán a conseguir una textura perfecta y una presentación impecable. Uno de los puntos clave es elegir fruta madura pero firme . Si está demasiado blanda, soltará mucho jugo y puede afectar a la consistencia de la tarta. Además, es importante cortar los trozos en tamaños similares para que se repartan de forma uniforme y cada porción tenga un poco de todo. El agar-agar necesita hervir durante al menos uno o dos minutos para activarse correctamente. Si no lo calientas lo suficiente, la mezcla no cuajará como debe. Una vez apagado el fuego, deja que la mezcla de leche se temple un poco antes de verterla sobre la fruta, así evitarás que el calor la ablande en exceso. Usar un molde de silicona o uno desmoldable también facilita mucho el trabajo. Si usas un molde convencional, engrásalo bien o cúbrelo con papel film para que sea más fácil sacarla después. En cuanto a las galletas, lo ideal es trocearlas y colocarlas en la superficie sin hundirlas demasiado, para que mantengan algo de su textura crujiente al cuajar. Por último, respeta el tiempo de refrigeración . Aunque con tres horas en la nevera suele ser suficiente, si puedes dejarla reposar toda la noche, mucho mejor . Así la tarta quedará más firme y los sabores se integrarán aún más. Al desmoldar, hazlo con cuidado, ayudándote de un plato llano y, si es necesario, pasando un cuchillo por los bordes para despegarla suavemente.