El bulgogi coreano es una receta con más de un milenio de historia a sus espaldas, que se preparaba para la realeza durante la dinastía Joseon. Las tornas han cambiado y en la actualidad es un plato que gusta muchísimo y que todo el mundo puede disfrutar (afortunadamente), tanto que incluso puedes encontrarla en forma de hamburguesa en los restaurantes de comida rápida de ese país.
Su nombre nos va a dar una pista de por donde van los tiros, ya que es el resultado de combinar las palabras bul y gogi, literalmente fuego y carne. Esta carne de ternera va marinada y se hace y se sirve a alta temperatura "a la piedra", o sea sobre una superficie o sartén de piedra o hierro.
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La receta no tiene demasiada complicación, lo único es que la carne debe quedar bien marinada, ya que ahí está el secreto de su sabor. El marinado en cuestión lleva salsa de soja, ajo, pera, jengibre fresco y gochujang, que es el chile coreano.
Cuanto más la dejes reposar, mejor estará; de hecho, lo recomendable es que esté un mínimo de 2 horas hasta un máximo de 48 (sí, has leído bien, hasta 2 días enteros reposando).
Puedes servirlo tal cual o acompañarlo de otros platos típicos coreanos como los japchae de los que te hablaba recientemente, esos fideos transparentes elaborados con batata, también conocidos como fideos de cristal o de celofán. Si te inclinas por esta opción serán muy bien recibidas verduritas como los champiñones o la zanahoria.

Japchae, fideos coreanos.
Istock
Si eres más de arroz, no lo dudes y combínalo con bibimbap, un plato de arroz, carne, huevo, verduras y una salsa entre dulce y picante que le aporta gracia y sabor. La carne puede ir marinada con manzana y salsa de soja, o con pera, como verás ahora. Otra idea sería envolverla en lechuga como si de un ssam se tratara. ¡Lo que tú prefieras!