Según el diccionario, marmoleado quiere decir que tiene un aspecto parecido al del mármol. Los bizcochos marmoleados, como este que hemos decorado con unas avellanas picadas, resultan muy vistosos al cortarlos. A pesar de su espectacular presencia, son más fáciles de elaborar de lo que crees, solo tienes que hacer una masa de bizcocho sencilla, dividirla en dos partes y teñir una de ellas con cacao. Para conseguir el efecto mármol, es importante que no viertas las dos masas a la vez en el molde, sino una después de la otra, formando capas. Luego clavas un tenedor en el centro y las remueves ligeramente dibujando pequeñas ondas, espirales o líneas en zigzag. Nuestro bizcocho marmoleado lleva cacao en polvo, pero puedes crear tu propia receta mezclando capas de distintos tonos y sabores añadiendo a una parte de la masa chocolate negro fundido, crema de cacao y avellanas, unas gotas de colorante alimentario, puré de calabaza o de remolacha, mermelada de frutas variadas... Y recuerda que cuantas más capas formes al rellenar el molde, alternando los colores, mejor te quedará la presentación. No pongas límites a tu creatividad. Puedes hacer muchos otros bizcochos similares como este bizcocho bicolor con chocolate negro fondant, el amarmolado de chocolate y vainilla con costra crujiente de frutos secos o el bizcocho amarmolado de plátano y cacao , especialmente jugoso gracias a la fruta. Y el más espectacular: un mármol de colores , en molde de corona. ¿Por cuál empiezas? Truquillos para mejorar tu bizcocho marmoleado con avellanas –¿Cómo conseguir que tu bizcocho marmoleado quede mucho más esponjoso? Cuando preparares la masa, en vez de añadirle a los huevos enteros, agrega primero las yemas, luego la harina con la levadura y, por último, las claras a punto de nieve bien firme. Incorpora esta poco a poco, con movimientos envolventes de arriba abajo para que no pierdan volumen. –Añadir una pequeña cantidad de sal a la mezcla de harina y levadura te ayudará a realzar sutilmente el sabor de tu bizcocho marmoleado con avellanas. Pero también puedes prescindir de ella si la mantequilla que utilizas ya lleva sal. –Cuando vayas a cocer el bizcocho, coloca siempre el molde con la masa en la parte central del horno, mejor sobre la placa de rejilla, para que el calor se distribuya de manera homogénea por todos lados. –Si quieres cambiar la presentación de tu bizcocho marmoleado, en vez de utilizar un molde de plumcake, como te indica la receta, usa uno redondo de paredes altas, mejor si es desmontable. Cuando el bizcocho esté frío, desmóldalo y córtalo en dos discos del mismo grosor con un cuchillo grande de sierra. Rellénalo con una capa generosa de nata montada, cúbrelo completamente con la ganache de chocolate y espolvorea la superficie con pistachos picados en vez de con avellanas.