La cocina española no se entiende sin un buen sofrito. Esa mezcla lenta y sabrosa de cebolla, ajo, tomate y aceite de oliva que sirve como base para decenas de platos, desde guisos hasta arroces.
La chef Samantha Vallejo-Nájera lo tiene claro: el secreto está en el tiempo y en dejar que todo haga "chof, chof". Una filosofía que comparte con muchos cocineros de tradición y que hoy te enseñamos a preparar su receta paso a paso.
Este sofrito es ideal para dar sabor a recetas tan sabrosas como un guiso de magro con tomate, un arroz caldoso con rape y gambas o incluso unos macarrones con tomate de toda la vida. Si quieres llevar tus platos caseros al siguiente nivel, empieza por aquí: la base de todo está en el fondo. Y este fondo, si se hace con cariño y sin prisas, lo lleva todo al siguiente nivel.
Sofrito español
Para 4 personas
Ingredientes
- 2 cebollas blancas
- 2 dientes de ajo
- 3 tomates
- Pimentón
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Paso a paso
Pica bien la cebolla
Empieza pelando y picando muy finamente las dos cebollas blancas. Cuanto más pequeños sean los trozos, mejor se integrarán en la cocción y más suave quedará el sofrito.
Escalda y prepara los tomates
Haz una cruz en la base de los tomates y escáldalos: sumérgelos durante menos de un minuto en agua hirviendo y luego pásalos rápidamente a un bol con agua y hielo para cortar la cocción. Así se pelarán con facilidad. Una vez pelados, córtalos en gajos, quita las semillas y corta la pulpa en cuadraditos pequeños.
Pela los dientes de ajo
Pela los dos dientes de ajo y déjalos preparados para añadirlos junto a la cebolla. Puedes picarlos también o dejarlos enteros si prefieres retirarlos al final.
Sofríe la cebolla y el ajo
En una sartén amplia, añade un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y ponlo a fuego medio (nivel 5 o 6). Agrega la cebolla picada y los ajos. Remueve bien para que se empapen en el aceite y se cocinen de forma homogénea. Déjalos hacer durante unos 15 o 20 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que la cebolla esté transparente y muy blanda. Aquí es donde empieza el famoso chof, chof, chof.
Añade el pimentón
Cuando la cebolla esté en su punto, espolvorea un poco de pimentón (dulce o picante, según tu gusto). Remueve rápidamente para que no se queme, ya que el pimentón es delicado y puede amargar si se tuesta demasiado.
Agrega el tomate
Añade el tomate picado y deja que se cocine entre 5 y 10 minutos, hasta que se deshaga por completo. El tomate se integrará con el resto de ingredientes y aportará un sabor profundo y ligeramente ácido.
Ajusta la grasa y la sal
Si ves que el sofrito queda demasiado seco durante la cocción, puedes añadir un poco más de aceite de oliva. Si, por el contrario, al final te resulta demasiado graso, simplemente cuela el sofrito para retirar el exceso. Añade sal al gusto.
Un fondo de armario para tu cocina
Este sofrito es tan versátil como sabroso. Puedes usarlo como base para arroces, guisos, lentejas, albóndigas, estofados de carne o incluso platos de pasta con un toque español. Si te gusta dejar cosas listas con antelación, puedes hacer una gran cantidad y congelarla en porciones pequeñas. Así siempre tendrás a mano ese toque casero que transforma cualquier receta.
No hay prisa. Como dice Samantha, lo importante es el tiempo y la calma. Dejar que los ingredientes se cocinen despacio, que se mezclen los sabores. Esa es la clave de la cocina de siempre. Y si quieres que tus platos salgan de 10, empieza por dedicarle amor al sofrito.
Así que ya lo sabes: tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, pimentón, sal y tiempo. Nada más. Y, sin embargo, lo cambia todo. Porque lo más sencillo, hecho con mimo, suele ser lo más especial. ¿Te animas a prepararlo?