El bar favorito de Carlos Herrera en Sevilla: "Este lugar es un homenaje vivo al tapeo clásico sevillano"

Si hay un sitio que define lo que significa irse de tapas en Sevilla, ese es la Bodega San Lorenzo. Un bar clásico, de los de siempre, con barra de mármol, ambiente de barrio y platos que siguen conquistando tanto a los de aquí como a los que vienen de fuera. Entre ellos, Carlos Herrera, que no duda en recomendarlo cada vez que puede.

Si te apetece replicar platos sevillanos en casa, en el repertorio de Cocina Fácil te enseñamos a preparar desde un montadito de pringá casero, hasta un solomillo al whisky como el que sirven en los bares, o unos garbanzos con espinacas a la sevillana que no fallan.

Un rincón con más de 150 años de historia

Ubicada en el corazón del casco antiguo, esta bodega centenaria lleva sirviendo tapas desde 1864. Y aunque han pasado más de 150 años, el encanto sigue intacto con sus mesas de mármol, los vinos servidos en copa baja y ese ambiente que te hace sentir como en casa nada más cruzar la puerta. El Ayuntamiento de Sevilla ha reconocido a Bodega San Lorenzo como “Establecimiento Tradicional Sevillano” y “Patrimonio Gastronómico de la Ciudad”. Y con razón, porque en ella encontrarás buena materia prima, recetas de siempre y una atención increíble.

El barrio de San Lorenzo, donde se encuentra el local, también contribuye a ese encanto. Es una zona tranquila, muy sevillana y alejada del bullicio turístico de otras zonas del centro. Esta bodega encaja como anillo al dedo, como un punto de encuentro donde todo el mundo se siente bienvenido.

El bar que enamoró a Carlos Herrera 

Uno de los momentos que más ha ayudado a popularizar aún más este local fue su aparición en el programa 'Me voy a comer el mundo', de Canal Cocina, con la periodista Verónica Zumalacárregui. En ese episodio, Carlos Herrera la lleva a disfrutar de un vermut y una tapa de pringá antes de cocinar juntos en su propia casa. Una escena que transmite a la perfección lo que representa este bar: autenticidad, sabor y tradición.

El periodista, gran defensor de la cocina tradicional, no duda en destacar siempre que puede esos bares de toda la vida que resisten el paso del tiempo. Para él, sitios como este son parte de la identidad cultural, no solo gastronómica, ya que en esta bodega se aprende de cocina, de historia y de la vida.

Tapas clásicas con sabor auténtico

En su carta encontramos clásicos que no fallan: papas aliñadas, bacalao, chacinas, quesos curados, montaditos y platos de cuchara cuando toca. Pero también hay sitio para propuestas algo más modernas, como un ajoblanco con tataki de atún que sorprende sin desentonar. Todo se sirve en raciones generosas y con el sabor de siempre.

Un bar de toda la vida que sigue siendo de todos

Lo más curioso es que, a pesar de su fama, la Bodega San Lorenzo no ha caído en el turismo masivo ni ha perdido su esencia. Aquí siguen viniendo vecinos del barrio, familias, grupos de amigos y curiosos que se acercan por las recomendaciones, pero se quedan por el ambiente. Es uno de esos pocos bares que consiguen mantener el equilibrio entre lo tradicional y lo actual.

Para Carlos Herrera, este rincón sevillano es mucho más que un bar y no sorprende que lo haya incluido entre sus favoritos. Porque, al final, hay lugares que no necesitan grandes campañas ni redes sociales para llenarse, basta con que la comida esté rica, el trato sea cercano y la experiencia, auténtica. Y eso, en Bodega San Lorenzo, lo consiguen sin esfuerzo.