Julio González, exchef de Moncloa: "Felipe González cocinaba él mismo el pescado a la sal"

La técnica del cocinado a la sal es muy fácil y resulta perfecta para conseguir un pescado jugoso y en el punto perfecto de sabor.

Ainhoa Seijas Velasco
Ainhoa Seijas Velasco

Redactora experta en lifestyle

Felipe González
@elhormiguero

Mucho se ha escrito sobre la faceta política y personal del expresidente Felipe González, que estuvo al frente del gobierno entre 1982 y 1996, pero la verdad es que poco sabemos sobre sus preferencias culinarias. 

Aun así, conocemos algunos detalles que nos sorprenden. De hecho, Julio González, que fue cocinero de La Moncloa durante muchos años, aseguró en una entrevista que el expresidente disfrutaba especialmente degustando platos como el marmitako de bonito, el rabo de toro y las gambas, pero que pasaba a la acción cuando se trataba del pescado a la sal: "a Felipe González le gustaba cocinar él mismo el pescado a la sal, cuando le mandaban un pescado de su tierra".

En Cocina Fácil somos amantes de esta técnica de cocción del pescado que asegura unos resultados óptimos en cuanto a la textura y la suavidad de la carne del pescado. Sigue nuestro paso a paso para preparar un auténtico pescado a la sal al estilo del sevillano y de la forma más fácil.

Lubina a la sal
Istock
Pescado a la sal
Para 5 personas
Ingredientes
  • Un pescado de 1,5 kilogramos
  • Sal gorda
  • Un huevo
Paso a paso
  1. Prepara el pescado

    Aunque puedes conservar las escamas de la piel del pescado, debes asegurarte de limpiarlo bien el interior.  Una vez limpio, ponlo en una bandeja de horno, sobre papel de horno y mezcla un kilogramo de sal con una clara de huevo batida. Cubre el pescado con la mezcla, asegurándote de que se cubre totalmente y dejando que solo quede al aire un trozo de la cola. Si quieres, con la ayuda de un cuchillo, puedes marcar levemente la silueta del pescado, para desmoldarlo mejor cuando ya esté listo.

  2. Hornea

    Llévalo el pescado cubierto con la sal al horno a unos 190 ºC durante 20 o 25 minutos, en función del tamaño de la pieza. Para saber si el pescado está cocinado, tira de la cola y, si se despega con facilidad de la sal, ya estará listo.

  3. Desmolda

    Sitúa el cuchillo en el borde que habías marcado antes de la cocción y, una vez lo rompas, también podrás retirar con facilidad toda la sal que habrá endurecido. Elimina todos los restos de sal y sírvelo con la guarnición que prefieras.

Lo cierto es que el pescado a la sal necesita pocas salsas porque es un bocado totalmente exquisito. Personalmente, prefiero disfrutar bien de su sabor sin enmascararlo demasiado, pero si te apetece, puedes preparar un alioli suave, o una vinagreta de especias (te aconsejo aliños muy suaves para gozar del sabor del pescado). Acompáñalo también con unas verduras al vapor o incluso en la freidora de aire (puedes prepararlas mientras tienes el pescado en el horno).

¿Qué tipos de pescado puedes cocinar a la sal?

La técnica del pescado a la sal suele aplicarse a pescados de tamaño medio y son ideales la corvina, la dorada, la lubina, el besugo e incluso el salmón. Es una forma ligera y muy sencilla de prepararlos con la que nos aseguramos de que el pescado mantiene intacto su sabor, conservando sus nutrientes y su textura tierna y jugosa.

Otras recetas para practicar esta técnica

  • Truchas a la sal con verdura: La deliciosa carne de la trucha, se complementa con una guarnición de cebolla caramelizada, orejón de albaricoque, dátiles y manzana. ¡Una combinación exquisita!
  • Lubina a la sal con pimientos: el toque mágico de plato, además de la textura delicada, suave y jugosa de la carne blanca del pescado, es la guarnición. Se acompaña de una ensalada de pimientos y un pastel de patata. ¡Deliciosa!
  • Dorada a la sal con aliño de pimienta: un plato muy jugoso que se acompaña de una ensalada de tomatitos de colores, brotes de lechugas y pimientos asados y se aliña con pimienta rosa, perejil picado, zumo y ralladura de limón, aceite y sal.
  • Corvina a la sal con salsa de curry y tomatitos: una receta suave y gustosa que queda espectacular para una comida de celebración y que puedes decorar con la piel crujiente del pescado.