Con el buen tiempo por fin asentado, nuestras ganas de preparar las recetas más ligeras ya se han disparado. Ensaladas, sopas frías y obviamente, los platos más fresquitos con los productos de la temporada, como el tomate. Aquí entran en juego dos de las recetas más icónicas del recetario español: el gazpacho y el salmorejo y, aunque el primero es más versátil y podemos integrarle infinidad de ingredientes para personalizarlo a nuestra forma, el segundo es mucho más sencillo de preparar: bastará con unos tomates de calidad y un buen aceite de oliva para darle el toque perfecto. Y es que, junto con el pan y el ajo , estos ingredientes son la clave para crear un buen salmorejo, que después podremos decorar con trocitos de huevo cocido y taquitos de jamón, para darle una textura única. No obstante, existen tantos cocineros como recetas de salmorejo y Jordi Cruz ( @jordicruzoficial ) tiene claro que, para él, este manjar es un básico que no puede faltar en las comidas de verano, un plato " más concentrado y menos sopa " que el gazpacho, según asegura. "Una crema muy fina que casi parece para untar", añade Jordi. Te contamos cómo lo prepara y cuál es su truco para darle un sabor todavía más potente. ¡Toma nota! El salmorejo de Jordi Cruz Tan sencillo como fresquito, el salmorejo es uno de los básicos que no pueden faltar en cualquier aperitivo o comida especial del verano. Así es como lo prepara Jordi Cruz. View this post on Instagram A post shared by Jordi Cruz Mas (@jordicruzoficial) Salmorejo de Jordi Cruz Para 4 personas Ingredientes 530 gramos de tomate maduro 300 gramos de tomate seco italiano 1 gramo de ajo 14 gramos de sal 2,4 gramos de vinagre de Jerez 13 gramos de pimiento verde 130 gramos de miga de pan blanco 48 gramos de aceite picual Paso a paso Limpiar los tomates El primer paso para preparar este salmorejo es limpiar los tomates. Debes lavarlos, quitarles el pedúnculo y cortarlos a cuartos. Tritúralos En el robot de cocina o en el electrodoméstico que vayas a triturar tus ingredientes, introduce hielo "para poder prolongar el tiempo de triturado y que los ingredientes no se calienten", explica el chef. Tritura el salmorejo "La texturización del salmorejo la haremos en tres pasos", cuenta. Primero, añade el tomate, el ajo, sal y el vinagre y tritura a máxima velocidad hasta obtener una crema muy fina, sin que suba la temperatura de los ingredientes. "Será una crema cremosa, como para untar y muy fina", asegura. Dale textura Una vez que esté triturado, incorpora el pan a la mezcla para darle la textura que desees. Él nos recomienda que el pan esté congelado, para evitar que se pierda la frescura del plato y, después, volverlo a triturar a máxima velocidad. Echa el aceite de oliva Por último, llega el turno de incorporar el aceite, "es el paso más importante para dar un color vivo y atractivo al salmorejo", afirma Jordi Cruz. Debemos verterlo poco a poco y hacerlo a velocidad media, para que emulsione. Sírvelo Una vez que el salmorejo esté preparado, emplátalo en tu recipiente preferido y decóralo con los toppings que quieras. Puedes echarle un chorrito de aceite de oliva, trocitos de hueco cocido o unos taquitos de jamón (crudo o frito), para jugar con las texturas. No obstante, también puedes aliñarlo con cebolla crujiente y vinagre balsámico, para darle un toque más ácido, o con alguna fruta, para jugar con los sabores. Sin embargo, Jordi Cruz lo congela antes de servirlo, para que tenga una textura sorprendente. Sea como sea, el salmorejo es uno de los platos más sencillos, fresquitos y suculentos del verano. Un plato tan saciante como ligero y, sobre todo, muy completo, ya que es una gran fuente de antioxidantes, vitaminas y minerales . Además, gracias al ajo y al aceite de oliva, cuenta con beneficios para el sistema cardiovascular y la circulación.