El buen tiempo ha llegado, los días son más largos e invitan a reuniones sociales más frecuentes en las que compartir un buen menú es imprescindible. Las terracitas, los jardines y los bares se llenan hasta la bandera para disfrutar de los primeros rayos de sol veraniegos y la maravillosa brisita de los atardeceres (ya llegará el bochorno máximo, pero, de momento, disfrutemos).
El menú que os propongo esta semana se compone de algunos platos fríos que tienen una presentación exquisita y que lucen mucho en cualquier mesa (de celebración o no). Son recetas ideales para preparar con antelación y llegar al momento de la comida sin prisas.
En la lista no podía faltar el helado, esta vez en forma de tarta, un postre espectacular que bien podría ser una tarta de cumpleaños o el dulce perfecto para la celebración del domingo. Y no me olvido de algunos ingredientes clásicos que nunca faltan en mi lista semanal, como el salmón, esta vez preparado en un hojaldre que resulta perfecto para compartir, o el lomo con el que preparo unos deliciosos flamenquines que triunfan entre los más peques de la casa.
El menú está servido, ¿me acompañas?
Primeros platos - Entrantes
Ensalada de calabacín y espinacas: Una receta fácil, saludable y deliciosa, la puedes preparar en pocos minutos y te sirve tanto para una comida informal como para una de más compromiso. ¿El secreto? Presentarla en copas para convertirla en un plato más resultón. La combinación del queso de cabra con las verduras y el toque crunchy de los piñones son la clave de la preparación.
Pastel de arroz de verano con lentejas, pimiento y guisantes: La primera vez que la ves, esta receta te parece complicada, pero no lo es. Puedes prepararla con antelación y solo se trata de poner los ingredientes en el molde y prensarlos bien para que desmolde perfectamente. La salsa tártara completa el sabor de las verduras, las lentejas y el arroz.
Pasta rellena con ricotta, tomatitos y espinacas: Rellenar estas caracolas de queso ricotta y espinacas es muy sencillo, aunque no te lo parezca a simple vista. Las dos claves son: cocinar la pasta al dente y utilizar una boquilla o una cuchara muy pequeña para rellenar la pasta. ¿El resultado? Un plato delicioso con el que además te lucirás en la mesa (y también puedes preparlo con antelación)
Segundos platos - Principales
Flamenquines con lomo, jamón serrano y majado de almendras: La receta más típica de los flamenquines, tiene una nota de sabor extra con esta preparación típica de la zona de Córdoba, Jaén y alrededores. Se elabora con lomo de cerdo y jamón serrano. ¿La clave del sabor de la receta? La majada de almendra en mortero con perejil, ajo, azafrán, nuez moscada, vino de Jerez y un huevo, en la que se 'marinan' los filetes un mínimo de 12 horas. ¡Espectacular!
Vacío de ternera con salsa café de París y verduras: La salsa es la protagonista de la receta. El sabor de la carne y las verduras, en combinación con la mantequilla y las especias de la salsa, conforman un plato digno de restaurante gourmet. Si no has hecho esta salsa jamás, te recomiendo encarecidamente que la pruebes, lleva bastantes ingredientes, pero es una receta de las que van a la lista de salsas imprescindibles.
Hojaldre enrejado de salmón con champiñones: Ideal para no complicarte mucho en una cena y compartir, esta tarta salada combina el delicado sabor y textura del salmón con el de los champiñones que completan la tarta. Se presenta enrejada y queda superbonita en cualquier mesa.
Postres
Bizcocho con nueces pecanas y glaseado de chocolate: Este bizcocho esponjoso lo presentamos en forma de corona y le añadimos nueces pecanas y pepitas de chocolate en el interior. El glaseado le da la nota de humedad y jugosidad extra y para ello solo tienes que mezclar azúcar glas, cacao y zumo de limón. Ese ligero punto cítrico triunfa.
Tarta helada de vainilla y tofe: El toque refrescante del menú semanal es esta espectacular tarta con capas de helado de vainilla casero, un crujiente de avellanas y una salsa de caramelo que una vez la prepares querrás usarla para todos tus postres. El helado, con queso en crema, nata, vainilla y leche condensada, tiene un sabor muy suave que contrasta con el dulzor de la crema de caramelo y el crujiente de las galletas maría y las avellanas. En resumen, una receta que es un tesoro. ¡Enamora!