Adiós a las ensaladas sosas: ahora preparo esta receta saludable con calabacín y espinacas, ¡en solo 15 minutos!

Una receta muy fácil

Ideal para preparar un día en el que tengas poco tiempo para estar en los fogones, pero quieras comer bien, esta ensalada de calabacín y espinacas, además de muy sencilla de hacer, es rapidísima. En 15 minutos la tendrás a punto para comer.

El único trabajo de esta receta es cortar los calabacines en las láminas con un pelapatatas o una mandolina y saltearlas brevemente en una sartén. La gracia es que las láminas de calabacín queden un poco tiernas y se puedan manipular mejor. Luego, una vez salteadas, solo te quedará mezclarlas con las espinacas baby, el queso desmenuzado y los piñones. Así de sencillo. 

Ideas y variantes para la ensalada de calabacín y espinacas

• Para que esta ensalada tenga un toque de color, puedes agregar unos tomates secos en aceite bien escurridos. También puedes incorporar un pimiento del piquillo cortado en daditos muy pequeños (en brunoise) o unos daditos de calabaza salteados.
• Si quieres enriquecer este plato, añade unas tiras finas de salmón ahumado o unos daditos de jamón serrano, cocido o de beicon. En este caso, puedes saltearlos en una sartén para que queden bien crujientes.
• Otros ingredientes que combinarán a la perfección con el calabacín y las espinacas son los frutos rojos. Puedes usar unas fresitas, unas frambuesas o unos arándanos.
• Respecto a los frutos secos, en lugar de los piñones, decántate por nueces, anacardos, avellanas, almendras… Pícalas finamente para que queden bien integradas.
• Nosotros hemos optado por un queso de cabra, pero también puede ser un queso fresco, un brie, un parmesano o, incluso, un roquefort.
• En lugar de aliñar esta ensalada solo con aceite y sal, puedes preparar una rica vinagreta de frambuesa. Mezcla una cucharada de mermelada de frambuesa con 2 de vinagre balsámico, agrega 4 cucharadas de aceite de oliva suave y una pizca de sal. Mezcla bien con la ayuda de unas varillas manuales.