Tarta salada de calabacín, tomate, berenjena y cebolla

Le llamamos tarta salada, porque lo es, pero también podríamos llamarla quiche, porque también lo es. Con su base de masa brisa, su relleno de huevos mezclado con crema agria (que puedes sustituir por nata para cocinar sin ningún problema) y sus verduras a rodajas.

Como la mayoría de tartas y tartaletas, dulces o saladas, que se preparan con masa brisa, necesita una doble cocción en el horno, porque primero se hornea la base hasta que está tostada y luego se vuelve a cocer en el horno con el relleno, hasta que este esté cuajado (una reacción que tiene lugar gracias a los huevos). Pero no te asustes, que es una receta muy rápida de hacer. La masa está lista en 10 minutos, y la segunda cocción necesita 20 minutos más.

Aunque la masa brisa no sube tanto al hornearla como el hojaldre, que se hincha mucho, para que la base quede bien lisa es aconsejable hornearla con un peso encima. Lo que se suele hacer es pinchar la base con las púas de un tenedor, cubrirla con papel de horno y poner unos garbanzos secos encima que evitan que la masa crezca. En cuanto a los bordes de la masa, como ves aquí hemos dejado que sobresalga un poco del molde y los hemos pellizcado un poco con los dedos, para formar esta costra crujiente. Pero puedes cortar la masa a ras del molde (pasa el rodillo por encima para cortarlo) y te quedará una tarta de aspecto menos rústico.

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