Así preparo la mousse más fácil de chocolate blanco y grosellas, en menos de media hora (¡qué cremosa!)

Si quieres sorprender a los tuyos, toma nota de este postre tan original y vistoso, un acierto para las sobremesas de verano.

Rosa Mestres
Rosa Mestres

Periodista especializada en gastronomía

Mousse de chocolate blanco y grosellas

Deliciosa mousse de chocolate blanco y grosellas.

COCINA FÁCIL / RBA / XABIER MENDIOLA
4 personas
25 min

1

(1 voto)

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Técnica mixta

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Sin gluten
Sin huevo

Cuando llega una mousse a la mesa, es imposible resistirse. Y es que su textura suave y cremosa, que se deshace en la boca, es un auténtico placer para los sentidos. La más popular es la de chocolate, pero también se puede elaborar con limón, frutos rojos, mango, requesón… Incluso hay deliciosas versiones saladas.

Sobre su presentación, se puede tomar sola, en vasitos o copitas, o formar parte de deliciosas tartas, milhojas… Son superversátiles. No te pierdas, por ejemplo, la tarta mousse de chocolate negro (sin horno), la tarta sin horno de galletas digestive y mousse de frutos rojos o el hojaldre con mousse de limón y merengue tostado.

Hoy te descubrimos una mousse de chocolate blanco que, a la que la pruebes se convertirá en un clásico de tu recetario de postres. Es facilísima, tiene un sabor delicioso y, además, su presentación es espectacular. Elaborada solo con chocolate blanco, vainilla y nata para montar, lleva una base de salsa de grosellas, que contrasta muy bien con el chocolate blanco, y antes de servir se decora con unos racimos también de grosellas. ¿Empezamos?

Ingredientes paraAsí preparo la mousse más fácil de chocolate blanco y grosellas, en menos de media hora (¡qué cremosa!)

1. Monta la nata

Practica un corte a lo largo en la vaina de vainilla y raspa el interior para desprender las semillitas. Vierte la nata en un cuenco, añádele las semillas de vainilla y resérvala alrededor de 1 hora en la nevera para que se aromatice. Transcurrido el tiempo, saca la nata y móntala con varillas eléctricas hasta que tome cuerpo, pero sin batirla en exceso.

1. Monta la nata

2. Agrega el chocolate

Trocea el chocolate blanco, colócalo en un cuenco y fúndelo al baño María. Deja que se temple ligeramente y añádele poco a poco la mitad de la nata montada, mezclando con una espátula y con movimientos envolventes de arriba abajo. Una vez obtenida una mezcla homogénea, añade el resto de nata y sigue removiendo de igual modo hasta integrarla.

3. Tritura las grosellas

Lava las grosellas bajo el agua del grifo y sécalas con papel absorbente de cocina. Reserva algunas para decorar y coloca el resto en el vaso de la batidora. Tritúralas y tamiza el jugo obtenido para evitar pieles y semillas.

4. Monta el postre

Reparte la salsa de grosellas en unos vasitos o cuencos. Rellénalos con la mousse de chocolate blanco y deja en el frigorífico un mínimo de 30 minutos antes de servir. Presenta el postre decorado con las grosellas reservadas.

Pasos esenciales

La elaboración de esta mousse es tan fácil que incluso las personas con poca experiencia saldrán victoriosas. Primero, deja infusionar la nata con unas semillitas de vainilla en la nevera. Así adquirirá un delicado sabor. Y, luego, móntala en con unas varillas eléctricas.

Un consejo: antes de usar la nata, asegúrate que está bien fría. Así que déjala en la nevera al menos 12 horas antes. Respecto al cuenco y a las varillas, déjalas en el congelador durante 15 minutos. Con este gesto, conseguirás que la nata se monte mejor y quede más esponjosa. Luego, funde el chocolate al baño María, déjalo templar un poco y mézclalo con la nata. Para que los ingredientes queden bien integrados, realiza movimientos envolventes.

En este punto solo te quedará, triturar las grosellas, tamizarlas, colocar la salsita resultante en los vasitos, verter encima la mousse y llevar la nevera. En 30 minutos ya tendrás tu mousse de chocolate blanco lista para comer.

Ideas y variantes para la mousse de chocolate blanco y grosellas

En la base de los vasitos hemos colocado una salsa de grosellas, pero puedes decantarte por otros frutos rojos: frambuesas, arándanos, moras… También puedes optar por otras frutas cortadas en daditos (melocotón, mango, peras…), unas galletas trituradas, un bizcocho desmenuzado o un poco de muesli.

Mousse de yogur con cerezas
Cocina Fácil / RBA

 

  • Respecto a la decoración, este postre quedará perfecto con unos frutos secos picaditos (almendras, nueces, anacardos…), virutas o bolitas de chocolate negro… También puedes espolvorear un poco de cacao o de canela en polvo. Y si tienes menta, no dudes en agregar unas hojitas. Aportarán un toque refrescante al postre.
  • Otra sugerencia que combinará muy bien con el chocolate blanco y que puedes usar como decoración es el caramelo. Calienta azúcar en un cazo (con un par de cucharadas será suficiente) y cuando se haya disuelto, retíralo del fuego y viértelo, con cuidado, sobre una hoja de papel de horno. Deja que se enfríe el caramelo, despégalo del papel y trocéalo. 
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