Sano, rápido y con mucho estilo. Esta receta tiene todo lo que nos gusta cuando buscamos cuidarnos sin renunciar al placer de comer. Está llena de color, es crujiente, es muy aromática, y se hace en menos de media hora. ¿Qué más se puede pedir? En casa, cuando la preparo, suelo acompañarla de un poco de pan integral tostado o de arroz integral, para completar el plato sin perder la ligereza.
Además, si te sobran verduras, no pasa nada. Puedes aprovecharlas al día siguiente para hacer una tortilla, añadirlas a una ensalada templada o usarlas como base para una quiche. Son tan versátiles que siempre encuentras una forma de darles salida, y eso, en estos tiempos, se agradece.
Y si tienes peques en casa o invitados que no son muy fans de la verdura, prueba a espolvorear un poco de queso rallado por encima y gratinarlas un par de minutos. El truco del gratinado nunca falla y consigue que hasta los más escépticos se rindan al poder de la verdura bien cocinada.
Así que ya lo sabes: si buscas una opción sana, sabrosa y con cero complicaciones, estas verduras salteadas con romero y tomillo son tu receta. Perfecta para cualquier época del año, se adapta a lo que tengas en la nevera y te resuelve un primer plato, un entrante o incluso una cena ligera sin darte ni cuenta.
Anímate a prepararlas, juega con las combinaciones y descubre cómo unas simples verduras, bien tratadas y acompañadas de buenas hierbas, pueden convertirse en una comida de diez. Porque a veces lo más simple, cuando se hace con gusto, es lo que más se disfruta.