Desde Francia nos llega la tradición del Bûche de Nöel, un bizcocho fino enrollado con relleno y habitualmente chocolate por fuera para asemejarse al aspecto de los troncos que echamos a la lumbre, de ahí su nombre, Tronco de Navidad. Aunque a simple vista te parezca un dulce complicado, no lo es. Primero preparamos la clásica masa de bizcocho, con cacao, y la extendemos en un molde rectangular para que quede bien fina. Una vez horneado el bizcocho, lo rellenamos de nata montada y crocanti de almendra, del que reservamos parte para la cobertura. Y ya para terminar, hacemos una cobertura de chocolate fondant con nata y la extendemos con un utensilio muy práctico en cocina, un peine repostero , para hacerle rayas por el exterior. Los troncos de Navidad quedan muy vistosos, y más aún si haces la modalidad red velvet o el de doble chocolate . Así que ya sabes, estas fiestas sorprende a todos con tu Bûche de Noêl ... Si quieres más propuestas de recetas navideñas, mira nuestro E-book . Consejos para un tronco de Navidad perfecto: Para este tronco, que se asemeja a nuestro tradicional brazo de gitano, elaboramos primero un bizcocho tipo genovés, bien fino y en un molde rectangular. Para la masa es importante batir 3 huevos con 3 yemas y el azúcar. Las 3 claras restantes se montan aparte y se añaden con azúcar moreno. Y se deja solo 7 minutos en el horno a 180º C. Una vez que se enfría el bizcochito se rellena con la nata montada y el crocanti y para enrollarlo bien, sin que se rompa, nos ayudamos de papel sulfurizado. Si quieres pedir a los Reyes regalos para tu cocina, este año que no falte un tamiz, que te irá genial para la harina y el cacao que se agregan en este bizcocho y en la mayoría. Otro utensilio menos conocido es el peine para tartas, que te permitirá dar acabados rayados a las coberturas. El crocanti de almendra que lleva el relleno y la cobertura puedes comprarlo preparado o, si tienes tiempo y ganas, prepararlo en casa con unas buenas almendras marconas que se pasan por la sartén con aceite, añadiendo luego azúcar. Es entretenido, porque luego tendrás que picarlo también, pero el resultado merece la pena.