El restaurante de Joaquín Sabina y Julio Sánchez en Madrid: "Cuando empezamos, había muy pocos restaurantes de comida mejicana y fue un éxito rotundo"

La Mordida es mucho más que un restaurante, es una experiencia llena de sabor, color y música que lleva enamorando madrileños desde 1995

Restaurante La Mordida
@lamordida_es

Si eres fan de la comida mexicana y te encanta experimentar sabores auténticos sin salir de Madrid, no puedes dejar de visitar La Mordida, el restaurante fundado por Joaquín Sabina junto a su amigo Julio Sánchez. Este local, que abrió sus puertas en 1995 y hoy cuenta con 16 sedes en toda España, es un referente de la gastronomía mexicana en la capital. Según Julio Sánchez en una entrevista en 'Economía 3': "Cuando nosotros empezamos había muy pocos restaurantes de comida mejicana y fue un éxito rotundo desde el primer día que abrimos".

Si te pica el gusanillo después de leer esto, puedes animarte a preparar en casa unos deliciosos tacos de judías al estilo mexicano, unos sabrosos burritos de pollo y queso o unas auténticas gorditas mexicanas, perfectas para compartir.

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Un sueño entre amigos convertido en clásico madrileño

Todo comenzó con un antojo: traer los sabores más representativos de México al corazón de Madrid. La idea surgió de una conversación entre amigos que terminó con la apertura de un pequeño local en la calle Belén. Lo que parecía una aventura arriesgada, se convirtió en un proyecto sólido que sigue creciendo después de casi tres décadas.

La esencia de La Mordida no está solo en su carta, sino también en el ambiente. Cada rincón del restaurante está cuidadosamente decorado con murales de boxeadores, retratos de Frida Kahlo y elementos típicos de la cultura popular mexicana. Incluso es habitual encontrar actuaciones de mariachis en directo que convierten cualquier comida en una fiesta.

Restaurante La Mordida
@lamordida_es

Platos icónicos y precios accesibles

Uno de los grandes atractivos de La Mordida es su propuesta gastronómica: desde nachos con guacamole y enchiladas, hasta tacos al pastor, quesadillas o tamales. Todo preparado con ingredientes de calidad y respetando las recetas tradicionales.

Además, es un restaurante para todos los bolsillos. Hay opciones para comer bien por menos de 10€, y si prefieres probar un poco de todo, el menú degustación 'Pa Ti Pa Mí' es una opción muy popular. Eso sí, los habituales recomiendan acompañarlo con una jarra bien fría de margarita de litro… y disfrutar sin prisas.

La Mordida además de un restaurante, es un lugar donde la gente va a celebrar, a desconectar y a vivir una experiencia diferente. El equipo ha sabido mantener viva la chispa del proyecto original, apostando por una atención cercana que hace que quien va una vez, quiera volver.

Lo que empezó como un solo local en el centro de Madrid, se ha convertido en una pequeña cadena que ha sabido mantenerse fiel a su esencia. Gracias a la implicación de sus fundadores, y a la pasión por la cultura mexicana, La Mordida se ha posicionado como uno de los favoritos entre quienes buscan autenticidad sin salir de la ciudad.

Aunque Joaquín Sabina no cocina, su sello está en cada detalle del local. La música que suena, los cuadros en las paredes, incluso algunos nombres de los platos, tienen ese toque bohemio que tanto caracteriza al artista. Comer en La Mordida es, en cierto modo, entrar en su universo creativo, donde la buena comida y el arte se dan la mano.

El restaurante ha logrado mantenerse actual sin perder su esencia. Han incorporado platos vegetarianos, opciones para celíacos y una carta de cócteles que merece un capítulo aparte. Porque si algo tienen claro en La Mordida, es que cada comensal debe sentirse como en casa.

El sabor de México, más vivo que nunca

En una ciudad como Madrid, donde la oferta gastronómica no para de crecer, mantener una identidad fuerte durante casi 30 años no es fácil. Pero La Mordida lo ha conseguido, combinando sabor, tradición y una ambientación que transporta al corazón de México sin necesidad de volar.

Si aún no lo conoces, este puede ser el momento perfecto para hacer tu primera visita. Y si ya lo has probado, sabes que siempre hay un buen motivo para volver. Porque, como diría el propio Sabina, hay lugares donde uno siempre quiere regresar. Y La Mordida, sin duda, es uno de ellos.