La receta de pollo hawaiana para una cena proteica y fácil: shoyu chicken, ¡para chuparse los dedos!

Muy popular en el archipiélago estadounidense, este pollo es muy sencillo de hacer y queda buenísimo. ¡Está delicioso!

Shoyu chicken
Istock
30 min

Sé el primero
en votar

Precio:

€ €

Dificultad:

fácil

De vez en cuando, me encanta sorprender a mi familia con platos de sabores exóticos, de esos que, desde el primer bocado, te trasladan a un país lejano. Pues hoy te invito a viajar hasta Hawái para descubrir el shoyu chicken o pollo guisado en salsa de soja. Con un gustoso sabor agridulce, este plato es una exquisita versión del popular pollo teriyaki japonés que es una auténtica maravilla para el paladar.

Si te encantan los guisos de pollo con sabores originales no puedes dejar de probar el pollo cásate conmigo, el pollo al limón, el pollo asado a la naranja o el pollo a la toscana.

Además del pollo y de la salsa de soja, la receta que te presentamos hoy, lleva azúcar moreno, unos dientes de ajo, jengibre y mirin, un condimento muy habitual de la cocina japonesa, de textura ligeramente untuosa y sabor dulzón, que a la que lo pruebes te va a enamorar.

Suscríbete a Cocina Fácil por solo 1 €/mes: recibirás la revista del mes, tendrás acceso a todas las anteriores y podrás leer dónde y cuándo quieras ¡Incluso sin Internet!

Yo preparo este guiso de pollo en salsa de soja sobre todo los fines de semana, cuando tengo más tiempo y ganas de experimentar. Me gusta servirlo en una fuente bonita, con arroz basmati o jazmín bien esponjoso, y espolvorear por encima unas rodajitas de cebolleta. ¡Queda precioso y riquísimo! Además, ese aroma que inunda la cocina mientras se va haciendo es irresistible…

Y para que tú también puedas dejar a los tuyos con la boca abierta, no te pierdas esta receta. Además, es facilísima de realizar.

Ingredientes paraLa receta de pollo hawaiana para una cena proteica y fácil: shoyu chicken, ¡para chuparse los dedos!

  • 1 kilogramo de pollo deshuesado
  • 250 mililitros de salsa de soja
  • 250 mililitros de agua
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 5 dientes de ajo
  • 1 trozo de jengibre fresco (aprox. 5 cm)
  • 2 cucharadas de vinagre de arroz
  • 2 cucharadas de mirin
  • 1 cucharada de aceite de sésamo
  • 1 trozo de cebolleta (la parte verde)

1. Prepara la salsa

Pela los dientes de ajo y pícalos finamente. Pela también el jengibre fresco y córtalo en rodajas finas. Vierte la salsa de soja en una cazuela a fuego bajo. Agrega el agua, el azúcar moreno, los dientes de ajo, el jengibre, el vinagre de arroz, el mirin y el aceite de sésamo. Remueve bien con una cuchara de madera hasta que el azúcar se disuelva

2. Agrega el pollo

Retira la piel del pollo, córtalo en trozos y añádelo a la cazuela, de manera que queden bien cubiertos con la salsa. Sube el fuego y, cuando llegue a ebullición, bájalo al mínimo y deja hervir lentamente durante unos 30-40 minutos, sin tapar. A mitad de cocción, gira el pollo para que se cocine por todas partes. Transcurrido el tiempo, retira el pollo de la cazuela y decóralo con unas rodajitas de cebolleta.

Ideas y variantes para el pollo guisado en salsa de soja o shoyu chicken

  • Yo suelo cortar el pollo en trozos tamaño bocado para que se cocinen más rápido. Además, así, los comensales no necesitan cuchillo (algo que se agradece, sobre todo en este tipo de platos). Pero si te apetece, puedes hacerlo con muslos, contramuslos o incluso alitas. También queda estupendo si usas un pollo entero troceado, que además resulta más económico. Yo siempre lo preparo sin piel, pero si a ti te gusta más con, ¡adelante!
  • Si quieres que la salsa quede más espesa, retira el pollo de la cazuela cuando ya esté cocinado y deja reducir la salsa a fuego fuerte unos minutos. También puedes añadir una cucharadita de harina fina de maíz disuelta en un poco de agua. ¡Verás qué textura tan rica y brillante!
  • En cuanto a los acompañamientos, el clásico es el arroz blanco, pero si quieres variar un poco, también puedes servirlo con cuscús o con unos espaguetis o tallarines. Eso sí, si te decides por la pasta, procura que esté al dente para que contraste con la suavidad del pollo.
  • Para un toque final, puedes optar por unas rodajitas de cebolleta, que siempre le da un aire fresco y un color muy bonito, pero también puedes optar por cebollino picado o unas semillas de sésamo. ¡Le van de maravilla! Incluso puedes darle un toque ligeramente especiado y picante con un poco de jengibre fresco rallado justo al final.
  • Si no encuentras mirin, no te preocupes. Puedes sustituirlo perfectamente por vino blanco. El sabor será distinto, pero igual de sabroso.

Otras recetas exquisitas con pollo

Si te gustan los platos especiados, no dejes escapar el pollo al curry tikka masala (con vídeo), un clásico de la cocina de la India que te conquistará por su aroma y su delicioso sabor. También puedes probar el pollo al horno turco. La carne se macera, primero, con una mezcla de yogur y especias, y luego se cocina con patatas, cebolla, tomatitos. Su sabor a kebab te cautivará.

¿Has preparado esta receta?

Marcar como cocinada

Notas de cocina

Comparte las notas de tu cocinado con otros usuarios o envía un mensaje privado

Mis notas
Las más útiles
Todas

¿Te ha gustado esta receta?

Puedes guardarla en tus favoritos, imprimirla o compartirla