Casca los huevos en un cuenco, añade la yema y bátelos con unas varillas. Agrega el azúcar y el azúcar vainillado y sigue batiendo enérgicamente hasta que blanqueen. Incorpora la harina y la levadura, previamente tamizadas, y remueve con una espátula de silicona, con movimientos de arriba abajo, hasta que se integren. Extiende la preparación sobre la placa forrada con papel sulfurizado. Introdúcela en el horno precalentado a 200° y hornea unos 12- 14 minutos hasta que se dore el bizcocho. Retira del horno, extiende otra hoja de papel sobre la superficie de trabajo y dale la vuelta a la placa, dejando caer con suavidad la lámina de bizcocho. Deja que se enfríe. Mezcla la mantequilla ablandada con la mitad del azúcar glas y 2 cucharadas de leche. Bate unos minutos hasta obtener una crema homogénea. Corta la plancha de bizcocho en 2 trozos iguales. Unta uno con una capa generosa de crema de mantequilla y pon encima el otro. Corta el bizcocho en cuadraditos iguales. Monta la nata, que debe estar bien fría, con el azúcar glas restante, mejor con varillas eléctricas. Unta la superficie de las tartitas con una capa muy fina de nata. Introduce la nata restante en una manga de boquilla rizada pequeña y déjala 10 minutos en la nevera. Mientras, reparte en el centro de los pastelitos las almendras laminadas. Saca la manga, decora los bordes de las tartitas con rosetones de nata y déjalas en la nevera hasta que vayas a servirlas. Otras versiones de la tarta Sara: