Mezcla todos los ingredientes secos por un lado, y los líquidos por otro. En un bol vierte los líquidos y ve incorporando los secos con ayuda de unas varillas. Agrega la ralladura de naranja y la canela, y hornea en un molde redondo a 180 °C 40 minutos o hasta que al introducir una puntilla salga limpia. Deja enfriar. Para el almíbar, lleva a ebullición el zumo de naranja, el agua y el azúcar durante 1 minuto. Retira del fuego y deja enfriar. Para el gel de naranja, diluye el agar-agar en frío en el zumo de naranja con unas varillas. En un cazo caliéntalo hasta que hierva bien. Déjalo gelificar en un táper y, una vez frío, tritúralo con un túrmix hasta obtener un gel. Reserva en una manga pastelera. Con unas varillas monta la margarina durante 2 minutos. Añade el azúcar glas hasta que se integre y reserva en una manga con boquilla rizada. Corta el bizcocho en 3 piezas. Dispón en un plato la primera capa. Con un pincel empapa el bizcocho de almíbar. Reparte una cucharada de la crema homogéneamente. Agrega unos puntitos del gel por la superficie y tapa con la siguiente capa de bizcocho. Repite la operación y tapa con otra capa de bizcocho. Unta la superficie del pastel con la crema de margarina y alisa con una espátula. Espolvorea las almendras picadas o laminadas. Acaba con unas rosas de crema de margarina en la superficie y un poco de ralladura de naranja. Resérvalo en la nevera y sácalo 30 minutos antes de servirlo.