No hace falta complicarse la vida ni seguir una dieta estricta para comer ligero y bien. De hecho, muchas veces lo más simple es lo más sabroso . Si buscas una receta que demuestre que lo saludable también puede ser apetecible, rápido de preparar y súper rico, échale un ojo a este salteado de pavo con espinacas y tomatitos. Tres ingredientes frescos, unos ajitos y un poco de sésamo y no hace falta nada más . Un resultado simplemente espectacular. A veces nos da pereza cocinar entre semana porque pensamos que para comer bien hay que pasarse una hora entre fogones. Pero recetas como esta desmontan ese mito. En menos de 25 minutos tienes un plato equilibrado , bajo en calorías, sin gluten ni lactosa, lleno de nutrientes y con un sabor espectacular. Ideal para una comida rápida, una cena ligera o incluso para llevar en el táper al trabajo. La clave de esta maravilla de bocado está en los contrastes, el dulzor natural de los tomates , el frescor de las espinacas y ese toque crujiente que le dan las semillas de sésamo . Y por supuesto, el ingrediente que hace que todo tenga sentido: el pavo, una carne magra que se cocina en menos que canta un gallo y que os aseguro que queda perfecta en salteados. Si tienes una sartén grande y ganas de comer rico sin complicarte, ya lo tienes todo. ¡Adelante! Esta receta es súper versátil y puedes prepararla hasta si no tienes pavo . Puedes usar pollo o incluso tofu si prefieres una versión vegetariana. ¿No te gustan los tomates cherry? Prueba con calabacín en rodajas finas, láminas de berenjena o unas tiras de pimiento rojo. Incluso puedes preparar una versión mezclando una pizquita de cada uno. Todo vale siempre que mantengas la idea principal: un salteado rápido, ligero y súper sabroso. Perfecta para el táper o para una cena ligera Uno de los puntos fuertes de este plato es que aguanta muy bien recalentado . Así que, si eres de los que economizan el tiempo y cocinan para varios días, puedes prepararlo por la noche y llevarlo al trabajo al día siguiente sin perder ni un ápice de sabor ni de textura. Solo recuerda tener la picardía de guardarlo bien cerrado y añadir el sésamo justo antes de comer para que las semillas no se humedezcan y pierdan ese toque “crunchy” tan especial. Tienes que preparar esta receta, no te vas a arrepentir. Es tan fácil de cocinar como sacar los ingredientes de la nevera y en menos de media hora lo tienes en la mesa , sin manchar casi nada y con un resultado que parece más elaborado de lo que es. Anímate a probarlo, personalízalo a tu gusto y guárdalo en tu recetario para repetirlo una y otra vez. Porque cuando una receta es fácil, rica y ligera… ¿quién necesita complicaciones? Un bocado totalmente recomendable.