Si te encanta probar todo tipo de panes, seguro que conoces el bagel , ese clásico neoyorquino famoso por su textura densa y su característico agujero en el centro . Pero, ¿sabías que en Turquía existe un pan circular muy popular llamado Simit ? Aunque a primera vista parecen similares, el bagel y el simit son bastante distintos en sabor, textura y tradición. ¡Te contamos todos sus secretos! ¿En qué se diferencian el bagel y el simit? El bagel es un pan que tiene una textura densa y un poco gomosa porque se hierve en agua antes de hornearlo. Normalmente, se cubre con semillas de sésamo o amapola y se rellena con queso cremoso, salmón ahumado o huevos. El simit, en cambio, tiene una corteza más crujiente y ligera, cubierta de semillas de sésamo tostadas que le dan un aroma delicioso. También se moja en melaza, que le da un toque dulce suave. Por dentro, es más suave y esponjoso que el bagel, pero menos pesado. El pan: un imprescindible de la cocina turca La cocina turca es muy rica y variada, con platos conocidos como el kebab , el hummus o el baklava . En Turquía, el pan es esencial en la mesa, y el simit es un pan callejero muy habitual , que se suele tomar con té negro turco, queso fresco, aceitunas o mermeladas. En verano, se acompaña con Ayran, una bebida refrescante de yogur, agua y sal que combina muy bien con la textura del pan. Aunque tradicionalmente se disfruta solo o con queso, el simit es perfecto para rellenar o acompañar con una gran variedad de ingredientes. Prueba combinarlo con queso fresco tipo feta, tomate y pepino para un toque mediterráneo, jamón cocido, huevos revueltos, mermelada o incluso aguacate con un poco de limón para una versión más exótica. Las opciones son infinitas, ¡y es ideal para cualquier momento del día! ¿Te animas a prepararlo en casa? Aunque la receta tiene varios pasos, con un poco de paciencia y siguiendo nuestras indicaciones lograrás un resultado delicioso, te lo aseguramos. Apunta los ingredientes y cantidades que te dejamos a continuación, haz tu lista de la compra ¡y prepárate para disfrutar de esta delicia! No te arrepentirás. ¡Un truco extra! En esta receta se usa melaza, un endulzante ideal si buscas una alternativa más natural al azúcar refinado. Eso sí, si nunca la has usado antes, ten en cuenta que su textura puede ser bastante densa. Si la notas muy espesa, mézclala con un poco de agua tibia antes de añadirla a la masa. Así se integrará mucho mejor y te asegurarás un resultado más homogéneo.