Pela los nísperos y retira los huesos. Riégalos con el zumo del limón para que no se oxiden. Limpia los pimientos, lávalos y trocéalos. Pela la cebolla y trocéala también. Dispón las verduras y los nísperos escurridos en el vaso de la batidora. Vierte 150 ml de agua y tritura hasta obtener un puré homogéneo. Retira la corteza del pan y trocea la miga. Mézclala con la mayor parte del aceite, el vinagre y una pizca de sal. Vuelve a triturar hasta que se incorpore, tapa el gazpacho y deja enfriar en la nevera. Repártelo en cuencos y sírvelo regado con el resto del aceite y espolvoreado con el cebollino lavado y picado. El truco: Si lo haces sin pan quedará más ligero. Añádele más agua y tómalo como un zumo.