A todos nos ha pasado, compras un puñadito de plátanos, los dejas en el frutero con toda la buena intención… y, cuando te das cuenta, están blandos, marrones y a punto de acabar en la basura. Pero lo que para muchos parece fruta pasada, para Carlos Ríos es una oportunidad deliciosa. El nutricionista e influencer, conocido por su movimiento Realfooding, lo tiene claro: “¡No tiréis los plátanos que se os pongan maduros!”
Con ellos podrás preparar unas deliciosas galletas de avena y plátano, unas crepes de plátano, avena y manzana o un bizcocho de plátano con nueces.
Y en uno de los últimos vídeos de Instagram de Carlos Ríos, disponible en su perfil @carlosriosq, el experto en cocina saludable nos propone una receta fácil, rápida y saludable para darles una segunda vida a los plátanos 'pochos': un banana bread realfooder. Sin azúcares añadidos, sin ultraprocesados y con todo el sabor natural que aportan los propios plátanos. Una receta de las que apetece hacer en casa y repetir.
¿Por qué no tirar los plátanos maduros?
Cuando un plátano se pone marrón, muchos creen que ha dejado de ser útil. Nada más lejos de la realidad. Cuanto más maduro está, más dulce resulta, porque los almidones se convierten en azúcares naturales. Y eso lo convierte en el endulzante perfecto para repostería saludable. Carlos lo explica así: “Úsalos para hacer un banana bread realfooder en apenas media hora. Lo único que tienes que hacer es batir los ingredientes y dejar que se haga la magia en el horno”.
En lugar de azúcar blanco, esta receta aprovecha los plátanos maduros junto con pasta de dátil para conseguir ese sabor dulce que todos esperamos de un bizcocho, pero sin los efectos negativos del azúcar refinado. Una forma más natural, nutritiva y sostenible de cocinar.
Banana bread realfooder
Para 4 personas
Ingredientes
- 2 plátanos maduros
- 3 huevos
- 3 cucharadas de pasta de dátil
- 150 mililitros de aceite de oliva virgen extra
- 200 gramos de harina 100% integral
- 1 sobre de levadura química
- Chocolate con un mínimo del 85 % de cacao
Paso a paso
Prepara los plátanos
Chafa ligeramente los plátanos con un tenedor hasta obtener una pasta.
Incorpora los huevos y los dátiles
Añade los huevos, la pasta de dátil y el aceite. Bate con batidora de mano hasta lograr una mezcla cremosa y uniforme.
Hornea la mezcla
Vierte en un molde antiadherente. Si quieres, puedes añadir medio plátano por encima y espolvorear un poco de canela. Hornea entre 35 y 40 minutos a 180 °C.
Reposa y disfruta
Deja enfriar y… ¡Listo para disfrutar!
El resultado es un bizcocho tierno, jugoso, con un aroma irresistible y ese sabor natural a plátano y cacao que lo convierte en un desayuno o merienda ideal. Y lo mejor: es totalmente realfooder.
Un bizcocho saludable que no parece “sano”
Lo que más sorprende de esta receta, y lo dicen quienes la han probado, es que no “parece saludable”. No tiene ese punto insípido que a veces asociamos con lo ligero. Aquí hay sabor, textura, y sobre todo, ingredientes reales que hacen que te sientas bien comiéndolo.
Carlos Ríos insiste: “Lo único que tienes que hacer es batir los ingredientes y dejar que se haga la magia en el horno”. Y no le falta razón. Este tipo de recetas demuestran que la repostería no tiene por qué estar reñida con una alimentación equilibrada.
Cocina más, tira menos
Más allá de la receta, hay un mensaje claro en esta propuesta: no tires comida que aún puedes aprovechar. Los plátanos maduros, igual que otras frutas con aspecto “pasado”, pueden ser grandes aliados en la cocina. Basta con un poco de creatividad, y en este caso, seguir los pasos de Carlos, para convertirlos en un postre casero y saludable.
Si tienes niños, es una receta ideal para preparar con ellos. Y si estás empezando a dejar los ultraprocesados, este banana bread puede ser un gran paso para demostrarte que hay alternativas ricas y reales.
¿Quién dijo que comer sano era aburrido? Prueba este bizcocho y verás que los plátanos maduros nunca volverán a terminar en la basura. Como dice Carlos: “¡No los tires!”. Convierte lo que parecía inservible en algo delicioso, casero y lleno de sabor.