Top ten de Cocina Fácil: las 10 recetas más cocinadas del 14 al 19 de junio

• 3 manzanas
• 5 láminas de pasta filo
• La ralladura de 1 naranja
• 50 gramos de azúcar
• 60 gramos de mantequilla fundida
• 2 cucharaditas de canela en polvo
• 1 puñado de almendras fileteadas
• Nata montada

1. Macera las manzanas para darles sabor

   El primer paso es preparar las manzanas. Lo ideal es hacerlo con un día de antelación, para que la fruta se impregne bien de los sabores. Lava las manzanas, pélalas y córtalas en láminas finas. Ponlas en un cuenco grande y azúcar, canela y ralladura de naranja. Deja macerar 12 horas. Este tiempo de reposo permite que las manzanas liberen sus jugos y se mezclen con el azúcar y las especias, creando un relleno lleno de sabor.

2. Prepara la masa filo

   El siguiente paso es preparar la base crujiente de nuestra tarta. Para ello, extiende las láminas de pasta filo sobre una superficie limpia y seca. Pinta cada lámina con mantequilla fundida (puedes hacerlo en el microondas) usando un pincel de cocina. Luego, apila 5 láminas de masa filo, asegurándote de que se solapen ligeramente. A medida que vas colocando cada capa, sigue pincelando con la mantequilla para asegurar que la masa quede bien dorada al hornearse.

3. Rellena el strudel

   Ahora llega el momento de montar el strudel. En un bol pequeño, mezcla el azúcar restante con la canela. Espolvorea esta mezcla sobre la masa filo y coloca las manzanas maceradas en el extremo de la masa. Enrollar la masa con cuidado.

4. Hornea el strudel

   Coloca el strudel enrollado en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado. Espolvorea por encima con las almendras fileteadas y hornea a 190ºC durante unos 50 minutos. A mitad de cocción, pinta la superficie con más mantequilla fundida para darle un acabado dorado y crujiente. Verás que, cuando lo saques del horno, tiene un color irresistible.

5. Emplata y sirve

   Una vez que el strudel esté bien dorado y crujiente, córtalo en porciones individuales. Sírvelo acompañado de una cucharada de nata montada, que aporta cremosidad y suaviza el toque especiado de las manzanas.

Para la masa:

• 60 gramos de mantequilla
• 170 gramos de harina de trigo
• 1 huevo
• 1 pizca de sal

Para el relleno:

• 100 gramos de champiñones frescos
• 120 gramos de jamón de york
• 200 mililitros de nata líquida para cocinar
• 3 huevos
• 150 gramos de queso rallado (emmental, gouda)
• 1 pizca de nuez moscada
• Perejil fresco
• Pimienta negra
• Sal

Para decorar:

• 4 lonchas de beicon

1. Prepara la masa casera

   Corta la mantequilla en dados y mézclalos con 150 g de la harina y una pizca de sal. Trabaja hasta que consigas una textura arenosa, como si fuera un crumble. Incorpora el huevo entero y sigue mezclando hasta obtener una masa homogénea. Cúbrela con un paño limpio y deja que repose en la nevera 30 minutos.

2. Turno para el relleno

   Corta los champiñones en láminas finas. Haz lo mismo con el jamón de york en taquitos y pica también un poco de perejil fresco.

   Bate los 3 huevos y mézclalos con la nata líquida, el queso rallado, los champiñones, el jamón y el perejil. Añade sal, pimienta y nuez moscada al gusto.

3. Estira la masa y hornea

   Precalienta el horno a 180 ºC. Saca la masa de la nevera y colócala sobre la encimera ligeramente enharinada. Con ayuda de un rodillo, estírala hasta que tengas un disco un poco más grande que tu molde (mejor si es desmontable y de unos 22-24 cm de diámetro).

   Forra el molde con la masa, ajustándola bien a los bordes y retirando el exceso. Pincha el fondo con un tenedor para evitar que se infle.

   Vierte el relleno sobre la base y hornea durante 45 minutos, o hasta que veas que está bien cuajada y doradita por encima.

4. Las rosas de beicon, el toque especial

   Mientras se hornea la quiche, enrolla las lonchas de beicon formando pequeñas flores. Colócalas dentro de flaneritas metálicas o moldes pequeños para que conserven la forma. Hornéalas también a 180 ºC durante unos 15 minutos, o hasta que estén bien doradas y crujientes.

Para el bizcocho:

• 400 gramos de zanahorias
• 10 gramos de levadura
• 1 cucharada de canela en polvo
• 350 gramos de harina
• 1 cucharadita de nuez moscada molida
• 1 cucharadita de jengibre molido
• 1/2 cucharadita de sal
• 180 mililitros de aceite de girasol
• 4 huevos
• 300 gramos de azúcar moreno
• 100 gramos de azúcar blanco
• 1 cucharadita de extracto de vainilla

Para la crema de queso:

• 250 gramos de queso blanco para untar
• 115 gramos de mantequilla
• 240 gramos de azúcar glas

Para decorar:

• 6 nueces

1. Prepara las zanahorias y la base del bizcocho

   Ralla las zanahorias y elimina el exceso de agua. Luego, unta un molde con mantequilla y espolvorea los bordes con un poco de harina para que la tarta no se pegue. Después mezcla la harina, la levadura, las especias y la sal.

2. Mezcla los ingredientes líquidos y las zanahorias

   Bate el aceite de girasol, los huevos, el extracto de vainilla, los azúcares y la mayor parte de la zanahoria rallada. Mezcla bien para que todo quede integrado.

   Luego, añade poco a poco la mezcla de harina y levadura, y sigue batiendo hasta obtener una masa suave y homogénea.

3. Hornea la masa

   Precalienta el horno a 180 ºC y vierte la masa en el molde previamente enharinado. Hornea durante unos 35 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. Déjala enfriar completamente antes de desmoldar.

4. Prepara la crema de queso

   En un bol grande, bate el queso blanco con la mantequilla (que debe estar a temperatura ambiente) y el azúcar glas.

5. Monta la tarta

   Una vez la tarta esté fría, córtala por la mitad horizontalmente para que se quede en dos discos. Unta la base con una capa generosa de la crema de queso. Coloca el otro disco de bizcocho encima y, con una espátula, cubre la parte superior y los laterales de la tarta con el resto de la crema.

6. Decora, sirve y disfruta

   Pica las nueces en trozos pequeños, colócalas sobre la tarta y la tienes lista.