No sé si a ti te pasa, pero hay postres que, por mucho que pase el tiempo, siempre me transportan a una celebración. Un cumpleaños , una comida especial o una tarde de domingo con la familia . Y uno de esos postres es, sin duda, el pastel de frutas . Pero no me refiero a cualquier pastel, hablo de un bizcocho esponjoso , almibarado en su justa medida, con una crema suave y coronado con fresas fresquísimas. Simplemente delicioso. Este pastel de mascarpone y fresas tiene ese aire de tarta de toda la vida , pero con un toque moderno y fresco. El queso mascarpone en la crema le da una textura ligera y un sabor menos dulce que la buttercream tradicional , lo que hace que cada bocado sea más equilibrado. Además, la combinación de fresas y bizcocho es sencillamente insuperable. Suscríbete a Cocina Fácil por 1€/mes y crea tu propio libro de cocina ¡El más grande del mundo! Si quieres prepararlo con crema de mantequilla (o buttercream), mira nuestro sencillo vídeo de cómo hacerla: Esta receta parece más complicada de lo que es. Si te tomas tu tiempo y sigues los pasos con tranquilidad te aseguro que no hay ninguna dificultad y que el resultado es digno del escaparate de la mejor de las pastelerías. ¿Se puede hacer con antelación? Sí, y queda aún mejor Uno de los secretos de esta tarta es que mejora con el reposo . Puedes prepararla el día anterior, guardarla en la nevera y decorarla justo antes de servir. El almíbar hará que el bizcocho esté más jugoso y los sabores se integren aún más. Además, si no tienes mascarpone, puedes sustituirlo por nata montada bien firme, o incluso hacer una versión exprés con yogur griego azucarado. No será exactamente igual, pero también queda riquísima. Una tarta que conquista a cuantos la prueban No es solo bonita y vistosa, es que está de escándalo. Es uno de esos postres que, cuando lo sirves en la mesa, provoca un “¡oh!” generalizado. Y lo mejor de todo es que puedes adaptarlo al gusto , cambiar las fresas por frambuesas, melocotón en almíbar o lo que tengas a mano. Incluso puedes hacerlo en versión individual, usando moldes pequeños. Si te apetece lucirte con una tarta casera que combina tradición y frescura, esta es tu receta. No necesitas ser un experto repostero , solo ganas de disfrutar y un poquito de paciencia. Porque cuando ves ese pastel terminado, con su crema suave y sus fresas brillantes, sabes que el esfuerzo ha merecido la pena. Y cuando des el primer bocado… ya no hay vuelta atrás. Vas a querer repetir. ¿Te animas?